El expresidente boliviano, Evo Morales, denunció hoy que el Gobierno de Ecuador está ejecutando un plan de para «oprimir y perseguir» al movimiento indígena que esta semana salió a las calles para reclamar por mejores condiciones de vida.

«El estado de excepción es justificativo para la opresión y persecución del pueblo ecuatoriano. Los movimientos indígenas de Bolivia y Abya Yala demandamos diálogo y pacificación», expresó el líder boliviano.

El mensaje llegó luego de que el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declarara el estado de excepción en las provincias de Pichincha (cuya capital es Quito), Imbabura y Cotopaxi, donde más fuerte se sienten las protestas con bloqueos del movimiento indígena que empezaron hace cinco días.

Las manifestaciones por tiempo indefinido de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), en reclamo de una rebaja de precios de combustibles, derivó en enfrentamientos con policías y el cierre intermitente de accesos a la capital y su aeropuerto.

A partir de la medianoche de hoy y por 30 días, Lasso movilizará a las Fuerzas Armadas para desarmar las protestas.

Además, ordenó un toque de queda entre las 22 y 5 horas locales y suspendió derechos ciudadanos como el de reunirse.

El principal reclamo de los manifestantes es la rebaja de los combustibles: entre mayo de 2020 y octubre de 2021, el diésel subió 90% (a 1,90 dólares el galón de 3,7 litros) y la nafta común 46% (a 2,55). El gobierno se niega a aceptar su reclamo de reducirlos a 1,50 y 2,10 dólares, respectivamente.

Ayer, el exbanquero Lasso recibió en la sede presidencial a un centenar de indígenas de Cotopaxi e hizo nuevos llamados al diálogo, para el que se ofrecieron a mediar la iglesia, la ONU y universidades.

Sin embargo, el líder de la Conaie, Leónidas Iza, que fue detenido unas horas en el inicio de las protestas, aseguró que «no hay ningún diálogo» entre el Ejecutivo y el grupo que lidera.