Williams Kaliman, el excomandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia que en 2019 pidió públicamente la renuncia del entonces presidente Evo Morales y terminó de forzar su derrocamiento, se fugó de la detención domiciliaria que cumplía desde septiembre pasado y es buscado por la Policía.

Anoche, el director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Alberto Aguilar, informó que la Policía allanó varios de sus domicilios, no lo encontró y se le emitió una orden de captura. Tampoco hay registro de que haya abandonado el país, según publicó el diario Los Tiempos.

Kaliman cumplía detención preventiva en su domicilio luego de ser procesado en dos causas, una por incumplimiento de deberes y otra por su participación en el “golpe de Estado” contra Morales, que hoy investiga la Justicia boliviana.

El 10 de noviembre de 2019, Kaliman leyó un comunicado en nombre de las Fuerzas Armadas: “Sugerimos al Presidente del Estado que renuncie a su mandato, permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia”.

Poco después, Morales renunciaba, abandonaba la capital y, luego, ya en la clandestinidad e intentando salir del país, denunció que había sido derrocado por un golpe de Estado cívico, policial y militar, en medio de masivas protestas en las calles y ataques a las casas y familiares de sus principales aliados.

Varios miembros del Gobierno de facto que siguió al golpe y fue liderado por Jeanine Áñez -hoy detenida por la misma causa- se fugaron del país y buscaron refugio en el exterior para evitar ser arrestados por la Justicia boliviana en los últimos meses.