El Gobierno de Filipinas anunció este viernes una cuarentena en la región de la capital, Manila, donde residen unos 13 millones de personas, para hacer frente al incremento de los contagios provocados por la variante delta del coronavirus.

El confinamiento, explicó el portavoz de la Presidencia, Harry Roque, permanecerá en vigor desde el 6 al 20 de agosto, según informaciones del portal de noticias Rappler, citada por la agencia de noticias Europa Press.

Los restaurantes únicamente podrán servir comida a domicilio y los servicios religiosos serán suspendidos mientras duren las nuevas restricciones.

Las barberías y peluquerías podrán abrir pero sólo con el 30 por ciento de su capacidad.

La medida fue anunciada después de que varios expertos instaran a imponer restricciones durante dos semanas para prevenir el aumento «catastrófico» de casos de coronavirus.

El país registró más de 1,58 millones de casos desde que comenzó la pandemia, tras sumar otros 8.562, si bien la cifra de muertos aumentó a 27.722 tras detectar otros 145 fallecidos ayer.

Roque señaló, no obstante, que a pesar de la cuarentena, la campaña de vacunación seguirá adelante dado que es «crucial para construir una barrera de defensa ante la variante delta y proteger a la población».

El Gobierno restringió además la entrada de viajeros procedentes de una decena de países, entre ellos India, Pakistán, Nepal, Sri Lanka, Bangladesh, Omán, Emiratos Árabes Unidos y Malasia.