El director del FBI Christopher Wray afirmó que la «poderosa encriptación» que utilizan diversos dispositivos electrónicos imposibilitó a esa agencia acceder a información necesaria para sus investigaciones y sostuvo que esa situación representa un «problema de seguridad pública urgente», informó hoy la prensa estadounidense.

Wray dijo en una conferencia de ciberseguridad celebrada ayer en Nueva York, que fueron cerca de 7.000 los equipos que la agencia no pudo abrir aún teniendo autorización legal, una cifra que representa a más de la mitad de aquellos cuyo desbloqueo se intentó.

«Nos enfrentamos a un enorme y creciente número de casos en los que mayoritariamente, si no exclusivamente, hay evidencia electrónica», agregó.

Según sostiene el matutino estadounidense The Wall Street Journal, el funcionario pidió a las compañías tecnológicas que ayuden con los esfuerzos para perseguir a los criminales y aseguren vías de accesos a la información cuando exista una orden judicial.

Ejecutivos de diversas empresas de tecnología se mostraron en contra de establecer lo que se conoce cómo «puertas traseras» que permitan acceder a las comunicaciones entre usuarios.