Al menos 34 migrantes, entre ellos alrededor de quince bebés y niños, fallecieron al naufragar la embarcación que los llevaba rumbo a Grecia, anunciaron los guardacostas de ese país.

El navío transportaba a 112 personas, incluyendo a cuatro bebés y once niños y niñas, cuando zozobró frente a la isla de Farmakonisi, en el sur del mar Egeo.

Los guardacostas indicaron que habían recuperado 34 cuerpos y que rescataron a 68 personas mientras que otras 29 lograron llegar a la playa a nado.

Por otro lado, las labores de búsqueda para hallar a cuatro niños y un adulto desaparecidos tras el naufragio de un barco de migrantes, el sábado ,frente a la isla de Samos, no dieron ningún resultado.

La Organización Internacional para las Migraciones indicó que más de 430.000 migrantes y refugiados cruzaron el Mediterráneo con destino Europa en lo que va de año, y cifró en 2.748 los que murieron o desaparecieron en el intento.

De ese total, cerca de 310.000 llegaron a Grecia, que ya quedó desbordada.  «Grecia aplica estrictamente los tratados europeos e internacionales sin ignorar el humanismo ni la solidaridad», declaró el domingo la primera ministra interina, Vassiliki Thanou, de visita a Mitilene, en la isla de Lesbos, en primera línea de la llegada de migrantes.

Tachó además de «inaceptables» las críticas contra Atenas por la forma en que gestiona la crisis.

La canciller alemana, Angela Merkel, llamó el sábado a Grecia a proteger mejor las fronteras externas de la UE y reclamó un diálogo con Turquía por donde transitan muchos migrantes venidos sobre todo de Siria.

«Grecia también debe tomar sus responsabilidades» en la protección de las fronteras externas de la UE ya que ésta «no está  actualmente garantizada», dijo Merkel.