El secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, advirtió al gobierno venezolano ayer que si deciden mantener a los dos ex boinas verdes estadounidenses que capturaron en el intento de “invadir” a Venezuela en lanchas tripuladas con mercenarios por las playas de La Guaira, Estados Unidos “empleará todas las herramientas que tenga a la mano para tratar de regresarlos”.

El Presidente Trump y Pompeo negaron que Estados Unidos haya estado detrás de la aventura dominical que resultó en la repetición como farsa de la invasión a la Bahía de Cochinos en Cuba, y quizás sea cierto, quizás no, pero esta farsa no podría haber ocurrido si no fuera por la fijación que tiene el gobierno de Trump de perpetrar un cambio de régimen en Venezuela.

Toda la trama parece una película de política ficción bufa, sino fuera por lo que significa como amenaza de una verdadera intervención armada contra un Estado soberano ya de por sí atribulado por una crisis económica y ahora con la pandemia encima.

Luego de que el gobierno venezolano anunció el domingo 3 de mayo que habían capturado a un grupo de mercenarios, algunos de los cuales resultaron muertos al intentar llegar a la playa, el ex médico de las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos, Jordan Goudreau, quien se acredita haber obtenido el “contrato” firmado con el “presidente interino” Juan Guaido para ejecutar la operación, a través de su empresa privada de seguridad con sede en Florida, hizo público una declaración en un video en la que él (hablando en inglés desde Florida) junto con un oficial venezolano (hablando en español también desde Florida) proclaman que “nuestras unidades” siguen combatiendo en la “Operación Gedeón”, con el propósito de capturar al Presidente Nicolás Maduro e incitar a las fuerzas armadas de Venezuela a que establezcan un gobierno “de transición”.

Pero dos días antes de la “invasión”, el 1º de mayo, la agencia Associated Press había publicado una reseña detallada de la aventura, titulada “Ex boina verde dirigió un fallido intento de sacar a Maduro de Venezuela”, en donde relata el esfuerzo de todo un año de Goudreau para tratar de organizar una fuerza expedicionaria para provocar una levantamiento, al estilo de la “Contra” nicaragüense que organizó en su momento Elliot Abrams, actual “mariscal” del Departamento de Estado para Venezuela.