Mientras el número de nuevos contagios de coronavirus alcanzó hoy el mínimo diario desde el 28 de febrero con 300 nuevos casos, el gobierno italiano advirtió que podría demorar la reapertura de la movilidad entre regiones, prevista para el 3 de junio, si no se respetan las reglas de distanciamiento, especialmente durante las salidas nocturnas de los jóvenes.

A más de tres semanas de las primeras medidas de flexibilización, la Protección Civil informó hoy de 300 contagios de coronavirus en todo el país en las últimas 24 horas, el dato más bajo desde el 28 de febrero, y la primera vez que perfora el piso de los 400 infectados desde la entrada en vigencia de las medidas restrictivas el 10 de marzo.

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En ese marco, el gobierno apunta a mantener el cumplimiento del distanciamiento social para evitar nuevas olas de contagios.

«Entiendo a los jóvenes, pero no podemos anular los esfuerzos hechos. Si siguen así corremos el riesgo de no poder abrir las fronteras entre regiones», planteó el ministro de Asuntos Regionales, Francesco Boccia, en una entrevista que publica hoy el diario La Stampa.

Boccia se refirió así a las imágenes que en las últimas horas mostraron algunos medios con varios jóvenes en las calles de todo el país, en el primer fin de semana sin restricciones de salida luego de más de dos meses.

«El fin de semana, el Consejo de Ministros realizará sus evaluaciones en función del número de contagios. Y para el desbloqueo de la movilidad entre regiones, haremos nuestras evaluaciones: no está definido, pero puede ser inevitable tomar todo el tiempo que necesite», planteó luego Boccia.

Luego de las declaraciones de Boccia, el presidente de la región Liguria, Giovanni Toti, planteó que «el cierre de las fronteras regionales por mucho más tiempo es algo inconcebible e impensable, significaría matar el país y la libertad».

«Moverse por el territorio nacional es un derecho constitucional que se puede restringir en casos de absoluta emergencia por un período limitado de tiempo», advirtió Toti, quien ya ungió de voz de los gobernadores para presionar, a fines de abril, para que el premier Giuseppe Conte acelerara la flexibilización de la cuarentena.

«No creo que se pueden mantener cerradas las fronteras, ni de las regiones ni del país, cuando el turismo aporta entre el 10 y el 15% del PBI. Ya será un verano complejo, tratemos de no hacerla peor», afirmó en declaraciones a la cadena RAI.

En una línea más moderada, el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, planteó que le gustaría «evitar tener que cerrar locales para cuidar a los que trabajan», pero advirtió que las imágenes del fin de semana no fueron «serenas, por lo que no podemos pensar en otro igual».

En una primera etapa, según anunció el gobierno, la movilidad se dará solo entre las regiones que tengan un mismo riesgo epidemiológico, en base a los análisis semanales de los nuevos contagios.

La Protección Civil informó de solo 92 víctimas en las últimas 24 horas, con un total de 32.877 desde iniciada la pandemia. La región Lombardía, que ayer no había informado víctimas, registró hoy 34 fallecimientos, y continúa concentrando el 48% de los muertos totales y el 46% de los enfermos actuales.

Actualmente, en toda Italia hay 55.300 positivos de coronavirus, el número más bajo en dos meses.

Italia empezó a inicios de mayo una flexibilización gradual de las medidas de aislamiento iniciadas el 10 de marzo, que tendrá sus últimos pasos con el permiso de los desplazamientos internos y la apertura a turistas europeos el 3 de junio, y la reapertura de cines y teatros, el 15 de junio.

Este lunes, fue el turno de gimnasios, donde no será obligatorio el uso de barbijos mientras se realiza actividad física, y de piletas, para las que el gobierno dispuso que cada persona tenga una superficie disponible de al menos siete metros cuadrados, en cumplimiento de las medidas de distanciamiento ya previstas para el resto de las actividades.

Con una pérdida a nivel nacional que la asociación nacional de instalaciones deportivas de fitness, gimnasios, piscinas y campos deportivos (Anif) calculó en 3.000 millones de euros, la apertura de gimnasios deberá esperar mientras tanto en Lombardía y Basilicata, cuyas autoridades decidieron mantener el cierre hasta el 31 de mayo y 3 de junio, respectivamente.

«De alguna manera era previsible que después de dos meses de un país cerrado, la gente saliera y comenzara a correr, no solo metafóricamente», profundizó Boccia.

De todos modos, el ministro planteó que el caso de la denominada «movida» nocturna «es diferente» y planteó que «aquellos que transgreden las reglas de la convivencia, traicionan los sacrificios que ellos mismos han hecho. Sin mencionar a los trabajadores de la salud, o los italianos que se han ido», agregó, en referencia a las casi 33.000 muertes desde el inicio de la pandemia.