Un juez de un tribunal de segunda instancia ordenó hoy devolverle el pasaporte al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva por considerar que no existe riesgo de fuga del precandidato opositor, tras su condena por corrupción, en la misma jornada en la que la defensa del ex mandatario presentó un nuevo habeas corpus preventivo ante el Tribunal Supremo Federal (TSF).

El portal brasileño Globo 1 reveló esta tarde que los abogados de Lula presentaron hoy ante el TSF, el máximo tribunal de Brasil, la medida cautelar para evitar una posible detención antes de que se conozca la sentencia definitiva de su juicio.

En el pedido, la defensa de Lula solicitó además que el habeas corpus sea analizado directamente por el TSF y no por el juez a cargo de la investigación del escándalo Lava Jato en la corte suprema, Edson Fachin.

El último martes, el titular del Superior Tribunal de Justicia (STJ) negó un habeas corpus preventivo presentado para evitar el arresto de Lula, determinado por la cámara de apelaciones que confirmó su condena por corrupción y lavado de dinero la semana pasada en Porto Alegre.

La decisión la tomó en forma cautelar el presidente interino del STJ, Humberto Martins, cuatro horas después de la presentación del habeas corpus por la defensa del líder y precandidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT), también con el fin de evitar una detención antes del fallo definitivo.

Tras este revés judicial, Lula recibió hoy una medida a su favor: el juez Bruno Apolinario, del Tribunal Regional 1 de Brasilia, decidió en forma cautelar devolverle su pasaporte, anulando así el fallo del magistrado Ricardo Leite.

Leite había impedido hace una semana a Lula viajar a Etiopía a participar de un encuentro de la FAO en la cumbre de la Unión Africana.
«No hay como concluir que pretendiera escapar del país para frustrar la aplicación de nuestra ley penal», escribió el camarista, rechazando el argumento de que Lula podría exiliarse en un país sin convenio de extradición con Brasil para no cumplir los 12 años y un mes a los que fue condenado por la cámara de Apelaciones de Porto Alegre la semana pasada.

El camarista acusó al juez Leite de haber hecho «un gran ejercicio de imaginación se podría llegar a la conclusión» tomada por el magistrado de primera instancia, según se lee en el fallo. Ahora, la Policía Federal deberá devolverle el pasaporte, una acción que provocó que Lula enviara un video con un discurso a la cumbre de la Unión Africana denunciando una «dictadura del Poder Judicial» y un «clima de terror» instalado por la Operación Lava Jato.

El 24 de enero la cámara de apelaciones de Porto Alegre confirmó la sentencia del juez Sérgio Moro por corrupción y condenó a Lula a 12 años y un mes de cárcel, que puede hacerse efectiva dentro de algunas semanas, cuando se agoten los trámites en la segunda instancia.

La orden de prisión entrará en vigor una vez terminados los recursos de queja, llamados embargos de declaración, que deberán ser rechazados por el tribunal de Porto Alegre. Lula fue condenado por unanimidad pero este fallo no interfirió en su preferencia electoral, ya que una encuesta de Datafolha revelada el miércoles indicó que el ex mandatario continúa con 37% de intención de voto, con 21 puntos por delante del ultraderechista Jair Bolsonaro, y con ventaja en balotaje ante cualquiera de sus potenciales rivales.

Sin embargo, una condena en una segunda instancia lo puede inhabilitar ante la justicia electoral una vez que registre su candidatura, a partir del 15 de agosto, estando o no en prisión.
Moro y el tribunal de Porto Alegre encontraron a Lula culpable de haber recibido en forma oculta un apartamento por parte de la constructora OAS en el marco de sobornos pagados al Partido de los Trabajadores por parte de la firma.