Kenia se dispone a quemar 105 toneladas de marfil en el parque nacional de Nairobi, la mayor cantidad de «oro blanco» jamás incinerado en una sola vez, un acto simbólico para luchar contra la caza furtiva de los elefantes.

En total, cerca del 5% del marfil mundial arderá en esta cremación pública, a la que también asistirán los presidentes de Uganda y de Gabón.

«Perder nuestros elefantes es perder una parte esencial de la herencia que hemos recibido. Simplemente, no lo permitiremos», declaró el viernes el presidente keniano en una cumbre internacional contra la caza furtiva, que se llevó a cabo en Nanyuki, en el centro del país.

«No seremos los africanos los que nos quedemos parados viendo como perdemos a nuestros elefantes», advirtió el mandatario.

Kenyatta hizo un llamamiento para que se prohíba totalmente el comercio de marfil para evitar la extinción de esta especie en estado salvaje. Actualmente entre 450.000 y 500.000 elefantes viven en África.

El país cuenta con una larga tradición en estas cremaciones de marfil y ha hecho que este tipo de actos simbólicos se celebren a menudo en otros países. Pero hasta ahora no había organizado una cremación de esta magnitud.

Cada año, cerca de 30.000 elefantes son abatidos por los cazadores furtivos para recuperar sus colmillos. Las consecuencias de estos actos criminales son dramáticas: si se suman las muertes a manos de los cazadores y las muertes naturales la cifra es superior al índice de reproducción de la especie.