Por segunda noche consecutiva, la ciudad estadounidense de Kenosha del Estado de Wisconsin fue protagonista de disturbios, incendios y vandalismo debido a los manifestantes que ganaron la calle tras los disparos que sufrió un hombre negro por la espalda a manos de la policía este domingo.

Como en la noche del domingo, las autoridades habían decretado un toque de queda desde las 20 que no fue acatado por la multitud que atacó negocios y automóviles y se enfrentó a las fuerzas de la Guardia Nacional y de la Policía local.

A pesar de los intentos de los uniformados por frenar la revuelta a fuerza de balas de goma y de gases lacrimógenos, algunos manifestantes incendiaron camiones de basura estacionados en inmediaciones del palacio de Justicia local.

Las protestas habían empezado el domingo pasado después de que Jacob Blake, una persona negra supuestamente desarmada, recibiera 7 disparos por la espalda que ocasionaron su hospitalización con un cuadro de extrema gravedad.

Mientras tanto, la Policía no dio explicaciones sobre las causas del tiroteo aunque licenciaron a los oficiales involucrados.