La familia de Francisco Franco agotará «todos los recursos legales» para evitar la exhumación del dictador español del mausoleo donde yace, aunque si se lleva a cabo, se hará cargo de los restos mortales, anunció este sábado en un comunicado.

La familia hizo el anuncio al día siguiente de que el gobierno socialista de Pedro Sánchez aprobara un decreto ley con el objeto de sacar al dictador del Valle de los Caídos, un conjunto monumental a unos 50 km al norte de Madrid.

«Bajo ningún concepto la familia MARTÍNEZ-BORDIÚ FRANCO colaborará activa o pasivamente con la inicua pretensión del Gobierno», escribió la familia en el texto, manifestando su «más firme y unánime oposición a cualquier exhumación» de la basílica donde reposa bajo una lápida siempre cubierta de flores y accesible al público.

Por ello, los parientes del general añaden que agotarán «todos los recursos legales» frente a este «acto de revanchismo retrospectivo».

No obstante, añaden que en el caso de que la exhumación se lleve a cabo, a fines de año según los cálculos del ejecutivo, se harán cargo de los restos.

«No permitiremos jamás que el Gobierno disponga de los restos de nuestro abuelo (…), por lo que si se produjera una exhumación de los mismos en contra de nuestra voluntad, exigiremos que se nos haga entrega de los mismos para proceder a darles cristiana sepultura», añade el comunicado.

Horas antes, el diario conservador La Razón había publicado una entrevista con uno de los siete nietos del dictador, el empresario Francis Franco.

Éste recordó que la familia se opone a sacar al «generalísimo» de la tumba donde yace desde su muerte en noviembre de 1975, pero señaló que en caso de exhumación «por supuesto que nos haremos cargo de los restos de mi abuelo».

Frente a la oposición de la familia, el gabinete de Sánchez había advertido el viernes que si ésta no indica un lugar donde reinhumar los restos, el propio gobierno podría encargarse de reenterrarlos en un «lugar digno y respetuoso», según explicó la vicepresidenta, Carmen Calvo.

El nieto del dictador descartó por otro lado que el destino del hombre que dirigió España entre 1939 y 1975 sea la cripta que la familia posee en el cementerio de El Pardo, a las afueras de Madrid.

Allí descansa la esposa de Franco, Carmen Polo, fallecida en 1988, pero según su nieto «no hay seguridad, no puede estar allí enterrado mi abuelo. Hoy en día no se contempla».

En el comunicado, la familia no se pronunció sobre este punto.

El decreto ley del gobierno deberá ser ahora aprobado durante el mes de septiembre en la cámara baja del Parlamento, donde los socialistas, minoritarios, esperan tener mayoría con los votos de Podemos (izquierda radical) y los nacionalistas vascos y catalanes