La Fiscalía de Suecia cerró hoy la investigación preliminar por violación contra el fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, al evaluar que las evidencias son débiles y no hay base para una acusación, en un caso que había sido abierto en 2010 y cerrado en 2017, pero vuelto a tratar.

«La denunciante ha presentado un relato creíble y fiable, sus explicaciones son claras, largas y detalladas. Pero considero que la evidencia ha perdido fuerza en grado tal que ya no hay motivo para seguir la investigación», explicó en una conferencia la fiscal superior Eva-Marie Persson.

Citada por la agencia EFE, Persson remarcó que seguir la investigación e interrogar a Assange no supondría un cambio «decisivo» en la situación probatoria, que no es suficiente para elevar una acusación.

La fiscal había ordenado en mayo reabrir el caso, iniciado en 2010 y cerrado en 2017, después de que Assange, que espera ahora que el Reino Unido decida sobre su extradición a Estados Unidos, fuera arrestado en la embajada de Ecuador en Londres una vez que Quito le retiró el asilo diplomático que le había concedido en 2012.

La Justicia sueca rechazó en junio la petición de emitir una orden de arresto europea al considerar que no sería proporcionado, ya que es suficiente con una de investigación en materia penal.

La Fiscalía continuó sin embargo con sus pesquisas e interrogó a siete testigos, según informó Persson en su anterior comparecencia sobre un delito que prescribía en agosto de 2020.

Assange fue condenado en mayo por un tribunal británico a 50 semanas de cárcel por violar las condiciones de libertad condicional en 2012 y debe afrontar en febrero un juicio de extradición a Estados Unidos, donde se arriesga a una pena de hasta 175 años por cargos como espionaje y publicación de documentos clasificados.