La inmigración proveniente de la Unión Europea (UE) hacia el Reino Unido descendió a su nivel más bajo en seis años, lo que puede provocar un colapso en los servicios públicos como el Sistema de Salud (NHS).

Según las cifras oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) el número de ciudadanos de la UE hasta junio de 2018 fue de 74.000, el más bajo desde septiembre de 2012, cuando la migración fue de 65.000.

> Te puede interesar: Pase lo que pase, la economía británica sufrirá por el Brexit

Uno de las razones que motivó el referéndum del Brexit en 2016, fue la intención del Partido Conservador de reducir la inmigración a decenas de miles.

Sin embargo, según las estadísticas oficiales, mientras el Reino Unido está a punto de salir del bloque comunitario, la inmigración fuera de la UE, es la más alta en más de una década.

La inmigración fuera de la UE alcanzó su nivel más alto desde 2004, con 248.000 más ciudadanos que llegaron al Reino Unido, según los datos de la ONS.

En declaraciones al diario The Guardian, el diputado conservador Phillip Lee, dijo que esto era una señal de «Brexodus».

Los ciudadanos de la UE son el pilar que apoya los servicios públicos fundamentales en este país. No podemos sentarnos y ver cómo los servicios públicos más importantes como nuestro NHS se dañan con el Brexit. Eso no es lo que se prometió a los votantes en 2016 ”, argumentó.

Para Madeleine Sumption, directora del Observatorio de Migración de la Universidad de Oxford, es probable que la caída del valor de la libra haya hecho que el Reino Unido sea un lugar menos atractivo para vivir y trabajar además de que las condiciones económicas en varios de los principales países e la UE han mejorado.

Según la revista británica Nursing Times el déficit de enfermeras del NHS puede llegar a 51.000 cuando el Reino Unido haya abandonado oficialmente la Unión Europea, de acuerdo a un análisis por el Instituto Nacional de Investigación Económica y Social (NIESR).

Mientras que las autoridades sanitarias de los centros de salud británicos, informaron que las enfermeras del Espacio Económico Europeo (EEE) estaban abandonando sus puestos debido a la incertidumbre sobre sus futuros derechos tras la votación del Brexit.

La situación se está agravando además por una disminución en la cantidad de personas que estudian enfermería en Inglaterra desde que el gobierno desechó las becas para estos estudiantes.

En el año posterior al referéndum, el número de enfermeras del EEE que se unieron al registro del Consejo de Enfermería y Obstetricia disminuyó un 32%. Durante el mismo período, hubo un aumento del 55% en el número de enfermeras del EEE que abandonaron el registro, de 1.981 a 3.081.