El Gobierno alemán declaró persona non grata a dos diplomáticos rusos después de que un tribunal berlinés condenara durante la mañana de este miércoles a cadena perpetua al ciudadano ruso Vadim Sokolov, quien en 2019, a plena luz del día, asesinó a un opositor checheno en la capital alemana, y concluyera en que el crimen fue ordenado por Rusia.

La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, anunció este miércoles que su país decidió expulsar a dos diplomáticos rusos por «no contribuir» en el esclarecimiento del asesinado, después de que la Justicia de Berlín concluyera que el asesinato fue ordenado por Moscú.

«El embajador (ruso en Alemania) fue informado de que dos miembros del personal diplomático de la embajada de Rusia fueron declaradas persona non grata», afirmó la máxima responsable de la diplomacia alemana, que aseguró que este asesinato -más conocido «asesinato del Tiergarten»- cometido en agosto de 2019, en pleno día en el parque más importante de Berlín, fue «un atentado grave a la soberanía del Estado», informó la agencia de noticias AFP.

El ex dirigente separatista checheno de origen georgiano Tornike Kavtarashvili, de 40 años, fue asesinado a balazos en un parque en pleno centro de Berlín el 23 de agosto de 2019.

Rusia, por su parte, consideró «sesgada» la condena anunció que responderá a la decisión alemana.

«Las acciones inamistosas de Berlín no quedarán sin una repuesta adecuada», afirmó en su canal de Telegram la vocera del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajarova, quien anunció la próxima publicación de una declaración oficial de Moscú.

Las relaciones entre Rusia y Alemania -el país más cercano al diálogo con Moscú- se vieron afectadas el año pasado tras el caso de Alexey Navalny, un opositor al Kremlin que fue envenenado en Siberia en 2020 y fue hospitalizado en Alemania. Según versiones de Navalny, el Gobierno ruso estuvo detrás del ataque, algo que Moscú negó desde un principio.

Por otro lado, Alemania pretende llevar adelante la construcción del segundo ramal del gasoducto Nord Stream 2, un colosal proyecto de dos tuberías que permitirá duplicar el envío de gas ruso hacia Alemania a través del mar Báltico.

Sin embargo, la tensión entre Rusia y Estados Unidos en torno a Ucrania complican aún más las relaciones entre Berlín y el país euroasiático.

Estados Unidos y varios países occidentales acusan a Rusia de haber concentrado tropas cerca de la frontera con Ucrania con la intención de invadir este país, con el que mantiene una prolongada controversia tras haber anexado de manera unilateral la Península de Crimea.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acusa a Rusia de apadrinar política, económica y militarmente a los separatistas prorrusos contra los cuales las fuerzas ucranianas están en guerra desde hace casi ocho años en el este de Ucrania.

Rusia, por su parte, rechaza estas acusaciones y dice en cambio sentirse amenazado por la OTAN, que arma a Ucrania, y despliega medios aéreos y marítimos en la región del mar Negro.

Las amenazas de sanciones impuestas por Estados Unidos a Rusia ponen en vilo a Alemania, también aliado de Washington.

El domingo, Alemania advirtió que no autorizará a funcionar el gasoducto ruso-alemán Nord Stream, en caso de que se produzca una «escalada» en Ucrania.