El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, denunció hoy en Ginebra que al menos 41 defensores de los derechos humanos fueron asesinados en Colombia este año, una cifra que demuestra la profundización de la violencia política en ese país, pese a la firma de la paz con las FARC y el proceso de diálogo abierto con la segunda guerrilla del país, el ELN.

Los ataques parecen concentrarse en áreas abandonadas por las FARC como consecuencia del acuerdo de paz, reveló Zeid en una conferencia de prensa, en la que hizo un repaso de las situaciones más preocupantes de derechos humanos en el mundo, según la agencia de noticias EFE.

Poco después, el Ministerio del Interior de Colombia informó que recibió el informe realizado por Zeid y puso en duda la cifra de 41 activistas muertos, anunciada por el funcionario de la ONU en Ginebra.

«Se han recepcionado 41 denuncias de homicidios, de los cuales 14 han sido sobre defensores de derechos humanos y 10 casos más están en proceso de verificación para establecer si se trataba o no de defensores de derechos humanos», aseguró el gobierno en un comunicado.

«Al gobierno le preocupa toda acción violenta contra estos líderes y no ahorrará esfuerzos para brindarles protección y combatir a las organizaciones criminales que atenten contra ellos», agregó el texto.

La violencia contra los dirigentes y activistas de las organizaciones de derechos humanos no es nueva en Colombia, pero año tras año, pese a algunos avances políticos, sigue empeorando. La oposición de izquierda ha acusado al gobierno de Juan Manuel Santos de ser indiferente a esta violencia y de no hacer nada para evitarla.