La oposición británica acordó hoy bloquear el llamado a elecciones anticipadas reclamado por el primer ministro, Boris Johnson, hasta que el jefe de gobierno consiga retrasar el Brexit, algo que ya anticipó que no piensa hacer: «Preferiría estar muerto en una zanja».

Johnson, que partiría como favorito en unas eventuales elecciones, necesita el respaldo de los dos tercios de la Cámara de los Comunes, que ya rechazó el pedido en una votación realizada el miércoles pasado.

El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, dijo que solo darán su apoyo después de que la reina Isabel II firme la ley para evitar el Brexit sin acuerdo.

Dicha ley, que fuerza al gobierno británico a solicitar una prórroga a Bruselas si no se ha conseguido un acuerdo, fue aprobada por la Cámara de los Comunes hace dos días y fue ratificada hoy por la Cámara de los Lores.

Mientras llega a manos de la reina, la oposición continua negociando para torcerle el brazo a Johnson.

Las declaraciones Corbyn fueron respaldadas por todos los partidos de la oposición, que coincidieron en que no respaldarán unas elecciones que se celebren antes de que se materialice la extensión del plazo de salida del país de la Unión Europea, informó la agencia de noticias EFE.

«Estamos de acuerdo en que el primer ministro ha emprendido una huida. Boris está roto. Tenemos la oportunidad de derribar a Boris», sostuvo la líder del Plaid Cymru en el Parlamento británico, Liz Saville.

El jefe de gobierno cree que la amenaza de un Brexit duro es su principal arma negociadora para obtener concesiones de parte de la Unión Europea.

Esta semana, Johnson aseguró que ha habido progresos en las negociaciones con Bruselas aunque sin dar detalles sobre las reuniones que mantuvo el negociador británico para el Brexit, David Frost.

Además, no ha habido indicios de que la UE haya decidido ceder a los reclamos de Londres y suprimir la cláusula de la llamada salvaguarda irlandesa que, para evitar una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte, todo el país se mantendría -de facto- dentro de la UE.

Sin posibilidad de movimiento después de que la oposición uniera sus fuerzas, Johnson encuentra que su única salida son unas elecciones anticipadas que se celebrarían el 15 de octubre: dos semanas antes de la fecha fijada para el Brexit.

Con ese calendario, confiaba en recuperar la mayoría parlamentaria antes de la crucial cumbre europea del 17 de octubre, en la que espera sellar un nuevo acuerdo con Bruselas.

Esta semana, el premier perdió la mayoría en la Cámara de los Comunes después de que uno de los diputados se cambiara al Partido Liberal Demócrata.

Después de eso, expulsó del grupo parlamentario conservador a los 21 diputados que se apoyaron la votación de la oposición para frenar un Brexit duro, por lo que su situación es cada vez más frágil en el Parlamento.

Por eso, apunta a unos comicios en los que espera recuperar el control de la Cámara para deshacer el veto legal a un Brexit sin acuerdo.

Un encuesta publicada esta semana en el Reino Unido señala que los conservadores obtendrían el 35% de los votos, los laboristas el 25%, liberales demócratas el 16% y el Partido del Brexit el 11%.

Cuando la ley aprobada hoy entre en vigor, el lunes, el Gobierno tendrá hasta el 19 de octubre para llegar a un acuerdo sobre las condiciones de salida del bloque.

Si Bruselas no cede, Johnson estará obligado por la ley a solicitar una extensión de los plazos.