La Policía Nacional de Ecuador irrumpió en la Embajada de México en Quito y detuvo al exvicepresidente Jorge Glas, a quien el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, otorgó asilo diplomático. Glas, posiblemente el hombre más buscado de Ecuador, enfrenta investigaciones por corrupción, soborno y más.

Las autoridades ecuatorianas justificaron la irrupción a la Embajada mexicana por el «conflicto armado no internacional» que vive el país. «Ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político», reza el comunicado de la Presidencia.

Minutos depués del hecho la canciller mexicana, Alicia Bárcena, comunicó la ruptura de las relaciones con el gobierno ecuatoriano y advirtió que recurrirá a la Corte Internacional de Justicia para denunciarlo. “Ante la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador, México anuncia el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas”, señaló Bárcena en un mensaje difundido en X.

El embajador de México en Ecuador, Roberto Canseco, calificó las acciones de la Policía ecuatoriana de «una locura» y agregó que «es increíble que haya sucedido algo así». «Me han golpeado contra el suelo, y físicamente traté de impedir que entraran, como delincuentes, allanaron la Embajada de México en Ecuador, esto no es posible», relató.