Las medidas migratorias adoptadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, permitieron entre enero y abril el arresto de 41.318 inmigrantes que viven o se sospecha que viven en el país de manera irregular, lo que representa un aumento del 37,6 % con respecto al mismo periodo del año anterior, informó hoy el gobierno norteamericano.

Las detenciones se produjeron en el lapso de 100 días, entre el 22 de enero y el 29 de abril de este año, informó en un comunicado el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), encargado de hacer cumplir las leyes migratorias en Estados Unidos.

El ICE atribuyó el incremento de arrestos directamente a los decretos emitidos por Trump para reforzar la seguridad fronteriza y acabar con las prioridades de deportación establecidas por su antecesor demócrata, Barack Obama, con el objetivo de enfocarse en la expulsión de criminales antes que en las familias.

«Estas estadísticas reflejan el compromiso de Trump para hacer cumplir nuestras leyes de inmigración de manera justa y uniforme», dijo en un comunicado el director interino del ICE, Thomas Homan, informó la agencia de noticias EFE.

Cerca del 75 % de los arrestados durante esos cien días de este año son criminales, que han sido condenados por diversos crímenes, desde homicidio hasta abuso sexual pasando por delitos relacionados con el tráfico o posesión de drogas, según detalla el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.

Desde el 22 de enero, dos días después de que Trump tomara posesión de la Presidencia, el ritmo de arrestos ha sido de 400 por día.

Entre los detenidos figura el hondureño Jose Víctor Bonilla-Meléndez, uno de los «fugitivos más buscados» del ICE y que fue arrestado el 13 de abril en Denver, Colorado, dijo la agencia.

El ICE buscaba a Bonilla-Meléndez, de 48 años, por su extenso historial criminal que incluía desde acusaciones de agresión y violación hasta cargos por haber vuelto a entrar a Estados Unidos de manera irregular después de haber sido deportado en dos ocasiones.

«Todos los detenidos serán objeto del debido proceso que les otorga la ley. El ICE tomará medidas para deportar a los individuos para los que un juez federal de inmigración emita una orden final de expulsión», aseguró Homan.