Los presidentes de México y Estados Unidos se reunieron el martes por segunda ocasión en Washington, en un intento por avanzar en la resolución de los añejos desafíos, como los niveles récord de migración y la seguridad fronteriza, la desaceleración de las economías y la persistente inflación.

Durante la reunión en la Casa Blanca, el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, urgió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, a poner en marcha un programa «agresivo» para resolver los históricos problemas migratorios.

En particular, López Obrador propuso a Biden «permitir la llegada a Estados Unidos de obreros, técnicos y profesionales de distintas disciplinas, mexicanos y centroamericanos, con visas de trabajo temporales», en el marco de la grave situación en la frontera común.

El presidente mexicano también recordó a Biden el compromiso pendiente de impulsar la reforma migratoria, que está estancada en el Congreso estadounidense, y que tiene como objetivo regularizar a aproximadamente 11 millones de indocumentados presentes en el país.

En la declaración final conjunta, los Gobiernos de México y Estados Unidos acordaron lanzar un grupo de trabajo bilateral para promover la protección de los trabajadores migrantes, junto a una estrategia de movilidad laboral, sin una mención específica a las visas solicitadas por López Obrador.

Para María Mercedes Baltazar, socia de la agencia de relaciones públicas Meraki, el tema migratorio constituye un asunto tradicionalmente irresoluble, por la falta de compromiso de Estados Unidos.

El tema migratorio sigue siendo la prioridad, pues queda en cosas por realizar, pero no hay un compromiso suficientemente fuerte, explicó la experta.

«Biden también tiene un elemento que es el que no logra conectar con las comunidades latinas (…) no han medido lo suficiente cómo impacta el desinterés que ha tenido Estados Unidos con la región», agregó.

La Administración Biden, que dio inicio en enero de 2021, ha descuidado la presunta relación de «iguales» que dice tener tanto con México como con Centroamérica, de acuerdo con la experta.

La internacionalista dijo que el Gobierno estadounidense ha tenido una política distinta en meses recientes, por ejemplo, con la migración de ucranianos y haitianos llegando a su territorio.

Baltazar dijo que la ausencia de compromiso estadounidense se extiende también a no resolver el problema de fondo con respecto al tráfico de estupefacientes como el fentanilo, ya que Estados Unidos tiene un consumo importante.

Para Leticia Calderón, internacionalista del Instituto Mora, el tema migratorio es el más sensible de la relación bilateral, más allá del comercio y la economía, junto a la trata de personas.

Calderón dijo que Biden se encuentra bajo presión tras la reciente tragedia en San Antonio, Texas, en donde fueron hallados 53 migrantes muertos, asfixiados dentro de un camión.

El tema migratorio también «estaba muy caliente» al margen de la reunión de los mandatarios, debido a la reciente orden migratoria del gobernador del estado estadounidense de Texas, Greg Abbot, que autoriza a fuerzas del orden estatales a detener y regresar a migrantes indocumentados a los cruces fronterizos con México, dijo Calderón.

De acuerdo con expertos, Estados Unidos se encuentra en medio de una temporada récord para la inmigración, y los intentos de acceder son cada vez más peligrosos y desesperados, debido a un endurecimiento de los controles en las fronteras.

La mayoría de los inmigrantes son mexicanos, pero también se encuentra población centroamericana.