Durante el velorio de 50 de los 71 muertos al caer el avión que llevaba el equipo brasileño a Medellín el presidente Temer recibió algunos silbidos, mientras que los aplauso fueron para el embajador colombiano en Brasil, Alejandro Borda.

La presencia del presidente Michel Temer en el velorio de los futbolistas de Chapecoense recibió algunos silbidos, pero prácticamente fue ignorado cuando fue anunciado en el estadio Arena Condá, donde quienes más se llevaron el reconocimiento del público fue el embajador de Colombia en Brasilia y el presidente de la Fifa, Gianni Infantino.

Temer ingresó en el estadio donde se realizó la ceremonia en medio del himno de Chapecoense, con la banda militar tocando, instante en el cual bajó una silbatina de pocos segundos desde una de las tribunas del estadio de la ciudad de Chapecó, estado de Santa Catarina.

Temer había encabezado la recepción de los 50 féretros en el aeropuerto de Chapecó, pero a último momento anunció su participación también en el velorio, luego de una polémica por algunos familiares que dijeron que no querían verlo allí.

La solidaridad de Colombia y Atlético Nacional fue destacada con el alcalde de Chapecó, Luciano Buligón, quien debía viajar en el avión de Lamia que se estrelló, pero finalmente postergó su ida a Medellín porque debía hacer un curso.

«Como nos dijeron en Colombia, el Chapecoense fue en busca de un sueño y vuelve como leyenda. Gracias Colombia, gracias Atlético Nacional», dijo en medio de la ceremonia.

Niños con la camiseta de Atlético Nacional y de Chapecoense desfilaron con las banderas de Colombia y Brasil y de ambos clubes frente al lugar donde se instalaron las familias junto a los féretros de sus seres queridos.

En medio de la conmoción general y bajo una lluvia torrencial, el estadio Arena Condá fue colmado de emoción cuando en la pantalla fueron exhibidas las fotografías de los jugadores, dirigentes y periodistas fallecidos.

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