La escalada de violencia en Medio Oriente se inició, luego de los enfrentamientos entre la policía israelí y los fieles palestinos ocurridos el miércoles pasado en la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén. Un lugar sagrado para el islam, en medio de las fiestas del Ramadán musulmán y la Pascua judía.

Ayer, una treintena de cohetes fueron disparados contra Israel desde Líbano, en la mayor escalada desde 2006 en la frontera entre estos dos países, que técnicamente siguen en guerra tras varios conflictos.

Poco antes de medianoche local, el ejército israelí respondió con bombardeos sobre Gaza y sobre Líbano contra «infraestructuras terroristas pertenecientes a Hamas» en el sur del país vecino, de acuerdo a Israel.

Desde abril de 2022 no se lanzaban cohetes desde Líbano hacia Israel.

Pese a que la situación de tensión disminuyó en las últimas horas, la violencia todavía persiste: dos mujeres israelíes murieron y una tercera resultó herida grave por un ataque a tiros contra el vehículo por el que circulaban cerca de un asentamiento en el norte de Cisjordania.

«Golpearemos a nuestros enemigos y les haremos pagar el precio de cada agresión», aseguró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu luego del lanzamiento de misiles.

En tanto, El movimiento palestino condenó «en los términos más fuertes posibles la espantosa agresión israelí contra la Franja de Gaza asediada y Líbano» y dijo que haría a Israel «enteramente responsable de las consecuencias de una agresión tan grave».

El Ministerio de Salud de Gaza informó «daños» al hospital pediátrico de Al Dorra tras los bombardeos israelíes, que calificó de «inaceptables».

Por su parte, tras los bombardeos a Líbano, el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país afirmó que quieren preservar la calma en la zona sur y llamó a la comunidad internacional a «presionar a Israel para frenar la escalada».

La Fuerza Interina de Naciones Unidas (FINUL), que custodia la frontera entre ambos países para garantizar el alto el fuego, advirtió que la situación es «extremadamente seria» y llamó a «la contención».