La primera ministra británica, Theresa May, dijo este viernes que espera que sus socios europeos respondan «positivamente» a la oferta británica en las negociaciones del Brexit y acepten en diciembre empezar a debatir la futura relación comercial.

«Espero que la UE responda positivamente para que podamos avanzar juntos y llegar a los mejores acuerdos posibles en el futuro», beneficiosos para todos los ciudadanos, dijo May a su llegada a una cumbre europea en Gotemburgo consagrada a las cuestiones sociales.

Los europeos quieren progresos suficientes en las prioridades de negociación del divorcio, entre ellas la factura del Brexit, para aceptar embarcarse en discusiones sobre las futuras relaciones, que podría incluir un acuerdo de libre comercio entre ambos.

El titular de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advirtió que «el tiempo corre» y que todavía queda «trabajo por hacer» para llegar a un acuerdo sobre el divorcio, de cara a que los líderes europeos den su visto bueno en diciembre a pasar a esa segunda fase que pide Londres.

«Creo que lógicamente es el momento de pasar a la fase 2», indicó por su parte el canciller británico, Boris Johnson, en una rueda de prensa en Dublín con su par irlandés Simon Coveney.

Los europeos quieren primero progresos suficientes en la negociación del monto a pagar por Londres por sus compromisos adquiridos como miembro, así como en la situación de los derechos de los ciudadanos de la UE en suelo británico tras el Brexit y en la cuestión de Irlanda del Norte.

Al término de la última ronda de negociación la semana pasada, el negociador europeo, Michel Barnier, dio un ultimátum a Londres para que precise su posición sobre la factura del Brexit para finales de noviembre.

Theresa May tiene previsto reunirse en los márgenes de la cumbre con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien le preguntará «cómo Reino Unido espera avanzar» en las tres prioridades del divorcio, según una fuente europea.

La primera ministra británica reiteró este viernes su compromiso a respetar los compromisos financieros de su país con sus 27 socios, si bien su par sueco, Stefan Löfven, la urgió a «aclarar qué quiere decir con la responsabilidad financiera».

Respecto a la cuestión de la frontera entre Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte, esta está «íntimamente» ligada a «la cuestión de la unión aduanera, el mercado único, y la relación del Reino Unido con éstas», según Johnson, para quien eso debe discutirse en la segunda fase.

De no constatarse progresos en la cumbre de líderes prevista a mediados de diciembre en Bruselas, la decisión de empezar a negociar el futuro podría tomarse en febrero o en marzo, lo que reducirá el tiempo para negociar un acuerdo comercial antes de la retirada de Reino Unido prevista el 29 de marzo de 2019.