Varios miles de personas se manifestaron en Ajaccio, capital de Córcega, para apoyar el reclamo de las autoridades nacionalistas corsas que exigen al presidente de Francia, Emmanuel Macron, «abrir el diálogo» sobre sus reivindicaciones autonomistas, tres días antes de que el mandatario visite la isla.

Tras una pancarta con el lema «Demucrazia e rispettu pe u populu corsu» («Democracia y respeto para el pueblo corso»), entre 6.000 y 8.000 manifestantes -según la prefectura- o hasta 25.000 -según los organizadores- desfilaron por las calles de la ciudad.

Apoyada por sindicatos, asociaciones civiles y diversos movimientos nacionalistas, esta marcha «sin precedentes» -en palabras de los organizadores- fue convocada a finales de enero por el presidente regional de la isla, Gilles Simeoni, para protestar contra la falta de «dimensión política del asunto corso» del Ejecutivo francés.

La movilización supone una demostración de fuerza de los nacionalistas corsos ante la primera visita a la isla de Macron, desde su asunción al gobierno en mayo pasado.

Aunque la oposición corsa consideró la convocatoria «precipitada», el presidente de la Asamblea regional, Jean-Guy Talamoni, explicó que la decisión surgió ante la negativa del gobierno de tratar los temas que él y Simeoni plantearon la semana pasada en París al primer ministro, Édouard Philippe.

«Nos dimos cuenta de que había una concertación entre las instituciones para hacernos entrar en un proceso jurídico» y no político, señaló Talamoni al canal de noticias BFMTV.

El político independentista defendió un diálogo «sin líneas rojas ni condiciones previas» y consideró que Macron debe dar en su visita «una señal fuerte» al respecto, que «rompa con la indiferencia que ha prevalecido hasta ahora».

Talamoni sostuvo que París debe comprender que la mayoría absoluta obtenida por los nacionalistas en las elecciones regionales de diciembre «no es una simple renovación de una asamblea administrativa», y descartó una vuelta a las armas del independentismo corso, reportó la agencia de noticias EFE.

El presidente francés, Emmanuel Macron, visitará Córcega esta semana.

Los líderes nacionalistas corsos desean instalar a corto plazo una mayor autonomía, en vez de la independencia, sobre todo porque la isla depende del gasto estatal.

Sus principales reivindicaciones son la amnistía para los «prisioneros políticos», la cooficialidad de la lengua corsa y un estatuto especial de residente para combatir la especulación inmobiliaria.

La isla mediterránea de Córcega, con apenas 325.000 habitantes, tiene una renta per cápita inferior a la media francesa y sufre problemas estructurales de desarrollo que, a juicio de los nacionalistas, se subsanarían con una mayor autonomía, una vía refrendada en los últimos comicios.

Durante décadas, la isla vivió una espiral de violencia, con más de 4.500 atentados reivindicados por los militantes del Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC), que entregó las armas en 2014.

La visita de Macron a la isla el próximo 6 de febrero coincidirá con el 20° aniversario del asesinato a tiros del prefecto Claude Erignac, abatido en pleno centro de Ajaccio por un militante independentista.