El viceministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araqchi (i), llega la sede de las conversaciones sobre el acuerdo nuclear de Irán, en Viena, Austria, el 6 de abril de 2021. (Xinhua/Georges Schneider)

 

Los negociadores del programa nuclear iraní se reunieron este fin de semana en Viena en la tercera ronda de encuentros para intentar sacar a flote el acuerdo de 2015 y esperan obtener resultados concretos en tres semanas, según los negociadores rusos.

El embajador ruso ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Mijail Ulianov, dijo que los representantes de los países que todavía forman parte del pacto -Irán, China, Rusia, Francia, Alemania y Reino Unido- se reunieron durante algo más de una hora y «anotaron los progresos incontestables realizados».

«No hay ningún plazo, pero los participantes aspiran a una conclusión fructífera de las discusiones dentro de unas tres semanas», escribió Ulianov en en la red social Twitter y agregó: «¿Es esto realista? Veremos».

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, por su parte, precisó en un comunicado que las diferentes delegaciones «vuelven a su capital» y seguirán con las reuniones «el viernes próximo».

Según la nota, durante esta semana «las negociaciones continuaron» con «celeridad a nivel bilateral y las partes se esforzaron en disminuir sus desacuerdos».

Todos «convinieron que el trabajo debía continuar con más rapidez y seriedad en la próxima sesión», agregó Teherán en su comunicado, que fue recogido por la agencia de noticias AFP.

El acuerdo, que limita la capacidad de Irán de enriquecer uranio, naufraga desde la retirada del pacto de Estados Unidos en 2018, entonces bajo la presidencia de Donald Trump, y el retorno de las sanciones de Washington contra Teherán.

El actual mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que está listo para regresar al acuerdo si Teherán vuelve a adoptar las restricciones nucleares que comenzó a incumplir como represalia a las sanciones estadounidenses.

Esta mañana, los funcionarios europeos, rusos y chinos mantuvieron una entrevista común con sus pares estadounidenses, pero sin los iraníes, que rehúsan reunirse con los emisarios de Washington, con los cuales negocian de forma indirecta.

El diálogo empezó a principios de abril pero, a pesar de los progresos, los participantes suelen recordar que la tarea es «complicada» y que hay numerosos obstáculos que salvar.