Los habitantes del centro de Italia volvieron a salir corriendo este domingo por tercera vez en poco más de dos meses, por un terremoto, el más potente en 36 años, que dañó una célebre basílica del siglo XIV.

Pese a la magnitud de 6,5, el sismo al parecer no dejó muertos.

«Por ahora no tenemos constancia de víctimas (mortales, ndlr). Hay heridos y estamos verificando», declaró el director de la protección civil nacional, Fabrizio Curcio, durante una conferencia de prensa en Rieti, una ciudad del centro de Italia cercana a la zona del epicentro.

«Hay varias decenas de heridos leves (…), además de una persona en estado grave», agregó Curcio.

La televisión italiana mostró imágenes de habitantes congregados en una de las plazas de la ciudad de Norcia, situada en la región de Umbría, y envueltos con mantas. También se vieron edificios hundidos y la basílica San Benito, construida a partir del siglo XIV, estaba medio destruida. Según la leyenda, habría sido construida en el lugar del nacimiento de San Benito, fundador de la Orden Benedictina.

La región ya había sido golpeada por varios terremotos desde finales de agosto. El de agosto había provocado alrededor de 300 muertos, mientras que otros dos sismos el 26 de octubre sólo dejaron daños materiales.

«Pocos heridos y heridas leves. Ningún muerto. Es una buena noticia», declaró en la radio el alcalde de Amatrice, Sergio Pirozzi, la localidad que más caro pagó el terremoto de agosto pasado, con 250 muertes.

Según varios medios, seis personas fueron salvadas con vida de los escombros en Norcia, y otras tres en Tolentino.

«Es un verdadero drama. Es quizás el día más oscuro. Los daños son incalculables«, declaró en RaiNews 24 el alcalde de Tolentino (a 70 kilómetros al noreste de Norcia), Giuseppe Pezzanesi. «En las calles se ven miles de personas aterradas y llorando», agregó.

La potencia de la sacudida provocó derrumbes y varias rutas del centro de Italia están cortadas.

 El sismo más potente desde 1980

El terremoto de este domingo a la mañana es el que más fuerte golpeó a la península desde 1980, según dijeron los medios. El sismo de Aquila, que hizo más de 300 muertos en 2009, había sido de una magnitud 6,3.

El de noviembre de 1980, de magnitud 6,9, había provocado cerca de 3.000 muertos. El que se registró este domingo a las 07H40 (06H40 GMT) fue de magnitud 6,5 según las autoridades italianas y de 6,6 según el Instituto de Geología estadounidense.

El sismo se sintió en gran parte de la península, incluso en Florencia y en Nápoles donde los bomberos y la protección civil recibieron varias llamadas de los habitantes.

En Roma, las autoridades cerraron el metro para efectuar verificaciones y cientos de personas salieron a las calles como medida de precaución.

Expertos verificaron además las principales basílicas romanas, entre las cuales la de San Pedro en el Vaticano, aunque la plaza sigue abierta para el tradicional Ángelus del domingo.

El palacio presidencial del Quirinal suspendió las visitas del público para poder verificar el edificio.

Protección Civil llamó a la población a no circular por las rutas que conectan el resto del país con la zona afectada «para así facilitar el desplazamiento de las autoridades y de los socorristas».

Francisco expresó su «cercanía» con los italianos 

El papa Francisco expresó hoy su «cercanía» con las poblaciones del centro de Italia golpeadas este domingo por un nuevo terremoto de 6,5 grados en la escala Richter, que si bien causó derrumbes en algunas ciudades no registró víctimas fatales.

«Expreso mi cercanía con las poblaciones de la Italia central golpeadas por el terremoto. También esta mañana se dio un fuerte temblor», aseguró el pontífice durante el tradicional Ángelus dominical en Plaza San Pedro, luego del sismo de 6,5 grados, según la calificación definitiva del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, que sacudió el país a las 7.40 locales (3.40 de Argentina).

«Rezo por los heridos y por las familias que han sufrido mayores daños, así como por el personal empeñado en el rescate y asistencia», agregó el Obispo de Roma tras los fuertes temblores que nuevamente se registraron en la zona entre las regiones de las Marcas y Umbría, unos 150 kilómetros al noreste de Roma.