El presidente peruano, Martín, Vizcarra, anunció este lunes la disolución del Congreso por no “proceder de inmediato” con la cuestión de confianza solicitada por el Ejecutivo.

Al continuar el Parlamento con el proceso de elección de miembros para el Tribunal Constitucional, desoyendo el pedido del mandatario.

«Que sea finalmente el pueblo el que decida. El cierre que dispongo está dentro de mis facultades contenidas en la Constitución. Dando fin a esta etapa de entrampamiento político. Que se defina en las urnas el futuro del país», manifestó el presidente en un discurso leído desde el Palacio de Gobierno.

Vizcarra había lanzado en la noche de este domingo una advertencia al Poder Legislativo, dominado por la oposición fujimorista y sus aliados de derecha y extrema derecha, apenas horas antes del plenario en el que se debía tratar del pedido del Ejecutivo.

«Si se vota antes de la moción de confianza el nombramiento de los magistrados del Tribunal Constitucional, consideraré que se denegó la cuestión de confianza», señaló Vizcarra en una entrevista con el programa televisivo Cuarto Poder.

Opositores consideraron inconstitucional la disolución, que para el presidente se ampara en la ley. Ya asoma inevitable la desembocadura en una crisis que el Tribunal Constitucional estará obligado a resolver, indicaron medios locales y la agencia de noticias EFE.

Ese organismo judicial está en el centro de la controversia porque los diputados fujimoristas y sus aliados, aprovechando su control de la cámara, impulsan una renovación «exprés» de sus miembros y la ausencia de transparencia en los procedimientos de la elección de candidatos, según señalaron el Ejecutivo y los partidos que no son afines al fujimorismo.

El primer ministro peruano, Salvador del Solar, presentó una cuestión de confianza el viernes para analizar y modificar el proyecto que busca modificar la forma de elección de los jueces del máximo órgano de interpretación de la Constitución de Perú.

«De denegar la confianza, tendríamos que actuar según la Constitución», insistió Vizcarra, al subrayar que no dudaría en decretar la disolución del Parlamento y convocar nuevas elecciones.