La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) subió este miércoles su tasa de interés de referencia por primera vez desde 2018, con el propósito de controlar la inflación en este país, que se disparó a los niveles más altos en las últimas cuatro décadas.

De esta forma, las tasas de interés de referencia en Estados Unidos aumentaron un cuarto de punto, y se ubicaron en un rango de entre 0,25% y 0,50%.

La decisión de la Fed se dio a conocer en la tarde de este miércoles en Washington, luego de que el comité de política monetaria del organismo se reuniera por dos días consecutivos, con el fin de analizar medidas que contengan la suba de precios.

Los responsables de la política monetaria, en un encuentro que contó con la presencia del presidente de la Fed, Jerome Powell, votaron 8 a 1 a favor de elevar su tasa clave a un rango objetivo de 0,25% a 0,5%, después de dos años de mantener los costos de endeudamiento cerca de cero para proteger a la economía de la pandemia.

La FED dio cuenta de una “elevada” inflación que se explica por “desequilibrios de oferta y demanda relacionados con la pandemia, altos precios de la energía y presiones generalizadas sobre los precios”, por lo que nuevos incrementos de la tasa de política monetaria serán “apropiados”.

Powell había adelantado que el organismo buscará controlar la inflación, sin afectar el crecimiento económico, y esta suba es considerada en ese sentido al convalidar el primer ajuste desde diciembre de 2018.

Además, la Reserva Feral adelantó que en los próximos meses se producirán alzas adicionales de tasas. En esta línea, el organismo prevé que a fines de 2022 las tasas de interés sean de entre 1,75% y 2%, para lo que planea realizar entre cinco o seis subas graduales a lo largo del año.

Al respecto, la Fed consideró que “serán apropiados” los “aumentos continuos” de las tasas de interés, luego de que la inflación estadounidense haya marcado un aumento del 7,9% interanual en febrero, mostrando la mayor suba desde 1982.

Para complicar ese trabajo, la guerra elevó aún más el costo del combustible, los alimentos y los metales, lo que genera temores de una estanflación al estilo de la década de 1970 al plantear amenazas a los precios, el crecimiento y la estabilidad del mercado financiero, mientras que las proyecciones de desempleo cambiaron poco, de acuerdo a distintos analistas.

Mientras el organismo ajustó a la baja la previsión de crecimiento de 2022 en 2,8%, contra el 4% inicial, también adelantó -según sus proyecciones- que la inflación anual en Estados Unidos podría rondar el 4,3%, contra un 2,6% anunciado a inicios de año.

Además, la Fed prevé que la inflación se mantendrá por encima de su objetivo del 2% al menos hasta 2024: se prevé un aumento de precios de 2,7% en 2023; de 2,3% en 2024; y en 2% a largo plazo.

Por otro lado, se estima que la tasa de desempleo caerá al 3,5% este año, pero se especula con que mantendrá esos niveles en 2023 y que suba levemente al 3,6% en 2024.

La Fed proyectaba que la tasa de referencia cerraría 2022 en alrededor de 1,9%, en línea con las apuestas de los operadores, pero más alta de lo anticipado anteriormente, para luego subir en 2023 a alrededor del 2,8%.

Los responsables de la política estimaron una tasa del 2,8% en 2024, el último año de los pronósticos, que están sujetos a una incertidumbre mayor de lo habitual dada la invasión de Rusia a Ucrania y los nuevos casos de covid-19 en China.

“La invasión de Ucrania por parte de Rusia está teniendo enormes consecuencias humanas y económicas”, dijo este miércoles en un comunicado el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) después de una reunión de dos días en Washington, la primera celebrada en persona desde que comenzó la pandemia.

En ese contexto, “las implicaciones para la economía de Estados Unidos son muy inciertas, pero a corto plazo es probable que la invasión y los eventos relacionados generen una presión alcista adicional sobre la inflación y pesen sobre la actividad económica”.

Luego del comunicado, el Dow Jones borraba sus ganancias de la jornada, llegando incluso brevemente a territorio negativo.