Pese a este repunte epidémico, las autoridades pondrán fin el 8 de enero a las cuarentenas obligatorias a la llegada a China y permitirán a los chinos viajar al extranjero, tras tres años de impedimento.

El presidente chino, Xi Jinping, aseguró este sábado que vislumbra «la luz de esperanza» pese a la rápida propagación de una nueva ola de Covid-19 provocada por el levantamiento de las restricciones sanitarias en el país.

Casi tres años después de la aparición de los primeros casos de coronavirus en Wuhan (centro), China puso fin el 7 de diciembre a su política de «Covid cero», y desde el levantamiento de las restricciones los hospitales se ven abrumados por una avalancha de enfermos, en su mayoría ancianos vulnerables que no están vacunados, y en muchas farmacias se agotaron los medicamentos contra la fiebre.

«La prevención y el control de la epidemia han entrado en una nueva fase. Todavía estamos en un momento difícil», pero «la luz de la esperanza está ante nosotros», afirmó Xi en un discurso televisado de Año Nuevo.

Varios países europeos, entre ellos Francia e Italia, así como Estados Unidos y Japón anunciaron por precaución que exigirían pruebas negativas a los pasajeros procedentes de China.

Las medidas de precaución adoptadas por varios Estados son «comprensibles» dada la falta de información proporcionada por China, declaró el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Representantes de la OMS se reunieron ayer con dirigentes chinos para tratar la situación de la Covid-19 y pedir transparencia en el intercambio de datos.

«La OMS pidió un intercambio constante y en tiempo real de los datos epidemiológicos, así como de los datos de vacunación, especialmente de la población vulnerable y de más de 60 años», indicó en un comunicado.