Más de 200 migrantes intentaron ingresar a Polonia ilegalmente desde Bielorrusa pero fueron interceptados por la Guardia Fronteriza polaca, que aseguró que varias personas fueron detenidas, entre ellos nueve presuntos traficantes de personas.

En un comunicado difundido a través de Twitter, los guardias polacos indicaron que en las últimas 24 horas «hubo varios intentos de cruzar la frontera» por el puesto de avanzada ubicado en Dubicze Cerkiewne.

«El grupo más grande estaba formado por unos 200 extranjeros, el resto por varias decenas», afirma el texto y agrega que los migrantes se comportaron de manera «agresiva».

«Arrojaron piedras, petardos y usaron gases lacrimógenos», sostiene la notica, que fue reproducida por la agencia de noticias Europa Press.

Por otra parte, la policía comunicó la detención de nueve personas sospechosas de organizar el tráfico de personas.

Entre los detenidos hay cuatro polacos, dos ucranianos y un alemán de origen azerí y estaban junto con 34 refugiados.

La situación en la zona, donde se han congregado miles de migrantes, en su mayoría procedentes de Irak y otros países de Medio Oriente que buscan entrar en la Unión Europea (UE), se agravó desde la semana pasada.

Las autoridades polacas aumentaron la seguridad fronteriza, reforzando la zona con ayuda del Ejército y frustrando los intentos de los migrantes de entrar en el país.

Además, acusaron a Bielorrusia provocar una crisis migratoria con fines políticos.

Ayer, el ministro de Relaciones Exteriores bielorruso, Vladimir Makei, acusó a los políticos europeos de «tratar de provocar un aumento de la tensión en torno a Bielorrusia» y lamentó que «no tratan de entender la esencia de lo que está pasando, de las conversaciones entre las partes».

«Tratan de provocar la histeria sobre problemas que no existen, que no se han planteado ni abordado», afirmó antes de sugerir que la UE no está interesada en hacer frente a los desafíos globales comunes ni las amenazas regionales de forma «constructiva».

Las partes «deben discutir estos problemas abiertamente en vez de culparse unos a otros», señaló e indicó: «Desgraciadamente no vemos un interés real que esto pase por parte de Occidente».

Entretanto, una delegación de la ONU inspeccionó hoy el edificio cerca de la frontera con Polonia en la que se refugiaron unos 2.000 migrantes que llevan 13 días intentando entrar en territorio europeo.

La visita al centro, abierto por orden del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, fue para evaluar las condiciones en las que están alojados los migrantes.

La representante de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Mahym Orazmukhammedova llamó a los líderes a buscar una solución común a este problema.

«Instamos a los países a respetar y cumplir las normas internacionales sobre migrantes y refugiados y resolver conjuntamente este asunto», expresó.