El líder independentista catalán Carles Puigdemont, arrestado este jueves en Cerdeña, fue dejado en libertad durante la tarde de este viernes por la justicia local, pero deberá permanecer en la isla italiana hasta que se decida si puede ser extraditado o no.

La jueza del Tribunal de Apelación de Sassari, Plinia Azzena, consideró este viernes que si bien la detención de Puigdemont no es «ilegal» como planteaba la defensa del independentista, no hay motivos para que quede en prisión, informó la cadena televisiva RaiNEWS24.

De todos modos, el fallo sostiene que Puigdemont debe quedarse en Cerdeña hasta que se decida si debe ser extraditado o no a España.

Este viernes, la defensa de Puigdemont había considerado «ilegal» la detención del líder independentista la noche del jueves, cuando las autoridades policiales italianas reaccionaron a una orden de arresto europeo que, según los letrados, ya no era válida.

«Puigdemont fue víctima de una detención policial por una orden fraudulenta en el ámbito del Derecho comunitario. Es ilegal», planteó el abogado del independentista, Gonzalo Boye, según reprodujo este viernes el diario italiano Repubblica en su edición online.

En tanto, el subsecretario de Asuntos Europeos del Gobierno italiano, Vincenzo Amendola, respondió que el arresto del líder independentista es una cuestión jurídica y no política

«No es un tema político, bilateral con España, es un tema cuya evaluación corresponde a los jueces», dijo Amendola en un programa del canal televisivo SkyTG24.

Agregó que «se trata de un asunto que se está desarrollando desde hace tiempo, con la suspensión de la inmunidad (de Puigdemont) del Parlamento Europeo, con la sentencia del Tribunal de Luxemburgo de 30 de julio, que canceló la suspensión y otros actos consecuentes».

Apenas detenido, Puigdemont fue derivado a la cárcel italiana de Bancali, en la ciudad de Sassari.

Puigdemont, actualmente eurodiputado, está establecido en Bruselas, Bélgica, desde 2017 y viajó a Alguer, Cerdeña, para un festival cultural catalán y entrevistarse con las autoridades de la isla, expresó el responsable de su oficina, Josep Lluis Alay.

«Cuando ha llegado al aeropuerto de Alguer, fue retenido por la policía fronteriza italiana», especificó Alay en las redes sociales.

Días atrás, sin embargo, el político español estuvo en París, donde no se activó la orden de detención que su defensa buscó ahora desestimar.