El ex presidente del gobierno de España y ex líder del conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, se vio salpicado por un escándalo de supuesto espionaje a sus rivales políticos, al aparecer en las conversaciones filtradas en nuevos audios de los principales implicados en la trama.

En el centro del caso de espionaje se encuentra María Dolores de Cospedal, su ex secretaria general y ex ministra de Defensa, quien tras verse acorralada por el caso ayer renunció como miembro de la cúpula del PP, aunque conserva su banca de diputado.

En los audios publicados en los últimos días por la prensa española, Cospedal y su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, conversan con el ex comisario de Policía José Manuel Villarejo, actualmente en prisión, al que supuestamente encargan espiar a Javier Arenas, un dirigente del PP, y al hermano del político socialista Alfredo Pérez Rubalcaba.

Las conversaciones filtradas se remontan a julio de 2009, cuando Rajoy aún no era presidente y Dolores de Cospedal maniobraba para contener las consecuencias de la investigación de la trama de corrupción Gürtel, que posteriormente provocó la caída del Ejecutivo del PP.

En el último audio publicado hoy por LaMoncloa.com, el portal de noticias que filtró gran parte del escándalo, López de Hierro le dice a Villarejo, refiriéndose a su esposa, que «su jefe está de acuerdo con que se desarrolle esta línea de actuación».

El marido de Cospedal llama al ex comisario el 22 de julio para anunciarle que probablemente tiene un asunto que encargarle y que le detallará en el futuro y ambos comentas las sensaciones que tuvieron tras la reunión que tuvo lugar el día anterior en la sede central del PP de Madrid, de la que también participó la ex «número dos» de Rajoy.

Del Hierro le pregunta a Villarejo qué opinión saca de “nuestro socio”, en referencia a Cospedal. “Buena impresión, obviamente”, responde Villarejo, quien a su vez quiere saber que impresión tuvo la ex secretaria general de los Conservadores.

El empresario dice «bien, bien, bien» y luego añade: “La suya y la de su jefe, que también le comentó el negocio a su jefe, como es normal”, remarca.

De acuerdo con los audios previos, Cospedal y su marido le anunciaron a Villarejo que le encargarían «trabajos puntuales», sin especificar cuales.

En septiembre esto se concretaría con los encargos de investigar a Javier Arenas, ante la sospecha de que podría estar implicado en la trama Gürtel, y al hermano del también ex ministro socialista Pérez Rubalcaba, también según las conversaciones filtradas.

Precisamente, Villarejo le propuesto a Cospedal tácticas para neutralizar los efectos del escándalo de corrupción, y fue entonces que le explicó que el «flaco más débil» de Rubalcaba, al que acusaron de las filtraciones del caso, era su hermano, por sus relaciones y costumbres, como la de frecuentar un local de alterne.

El hermano del dirigente socialista supuestamente tenía una relación con la propietaria de la agencia de detectives Método 3, que estuvo implicada en el espionaje a la ex líder del PP catalán Alicia Sánchez Camacho.