Foto gentileza Reuters/David McNew

Más de 80 mil réplicas se registraron en el área de Ridgecrest desde el 4 de julio; consecuencias de dos de los temblores más grandes que agitaron California en casi una década, publicó el rotativo LA Times.

Los expertos afirmaron que los dos grandes sismos -el primero de magnitud 6.4 y el segundo de 7.1- desataron una secuencia de réplicas particularmente enérgicas antes de disminuir.

El cálculo, realizado por Zachary Ross, profesor asistente de geofísica de Caltech, se conoce a medida que la secuencia sísmica sigue menguando rápidamente.

El Servicio Geológico de Estados Unidos afirma que la probabilidad de un terremoto de magnitud 7 o superior, como resultado de los sismos de Ridgecrest, es de una en 300: posible, pero baja.

Esta actividad es común en áreas donde hay un alto flujo de calor en la tierra, señaló Ross.

Un sismólogo de Caltech, Egill Hauksson, señaló a principios de este mes que las secuencias de réplica en áreas de la corteza terrestre que son relativamente cálidas pueden ser bastante intensas al comienzo, pero también se desvanecen más rápidamente, como se ha visto en las zonas rocosas relativamente más calientes en el Valle Imperial.

Los terremotos de Ridgecrest están relativamente cerca del Campo Volcánico Coso, del condado de Inyo, que se encuentra principalmente dentro de los límites de la Estación Aeronaval de Armas de China Lake, la instalación militar donde se concentró gran parte de la ruptura de la falla en el terremoto. El sitio es uno de los mayores productores de energía geotérmica del país.

Los científicos instaron al público a considerarse en alerta ante los sismos y a estar preparados, incluida la planificación de un mejoramiento de la casa o apartamento, y reforzar muebles y electrodomésticos pesados sujetándolos a las paredes.

En cualquier momento, existe una posibilidad de una en 10.000 de que un sismo de magnitud 7.8 o más fuerte pueda sacudir la falla sur de San Andrés.

Los terremotos causaron daños en Ridgecrest, Trona e instalaciones militares locales, aunque no hubo heridos graves.

La semana pasada, los funcionarios afirmaron que las réplicas se han desplazado hacia áreas cercanas a dos grandes fallas sísmicas. Algunas se sintieron al noroeste del terremoto de Searles Valley, cerca de la falla de Owens Valley, que provocó un temblor de magnitud 7.8 o 7.9 en 1872, uno de los más grandes en el registro moderno de California. Las réplicas de Ridgecrest también se sintieron hacia el sureste, cerca de la falla de Garlock, una fisura menos conocida, capaz de producir un sismo de magnitud 8 o superior.

Nuevas imágenes satelitales ofrecen una vista dramática e instructiva del inmenso poder del terremoto de magnitud 7.1. Las diapositivas animadas muestran cómo el temblor sacudió permanentemente un enorme bloque de tierra al noroeste, mientras que el otro lado de la falla se movió hacia el sureste.

Algunas de las imágenes más claras muestran largas cicatrices en la superficie del desierto de Mojave, que indican precisamente las 30 millas de fallas sísmicas (orientadas en dirección noroeste-sureste) que se deslizaron en sólo unos momentos, el 5 de julio pasado.

Fuente: El Diario México