La ministra del Interior del Reino Unido, Amber Rudd, renunció este lunes luego del escándalo generado por su supuesta mentira al Parlamento acerca de la existencia de metas de deportación de inmigrantes.

La primera ministra, Theresa May, “aceptó la renuncia de la ministra del Interior”, informó la oficina de prensa de la jefa del gobierno, según reportó la agencia de noticias DPA.

La oposición laborista había pedido el alejamiento de Rudd luego de que medios británicos publicaran documentos según los cuales tenía conocimiento sobre esas metas, pese a que lo negó ante una comisión parlamentaria.

Hace casi dos semanas, el gobierno británico pidió perdón por haber negado cobertura sanitaria y otros derechos a inmigrantes que llegaron al Reino Unido desde el Caribe y otras naciones de la Comunidad Británica de Naciones (Commonwealth, en inglés) en los años 50 y 60 del siglo pasado.

Un grupo de legisladores señaló que muchos inmigrantes de esa época fueron “identificados incorrectamente como indocumentados o migrantes ilegales”, pese a que los nacidos en naciones de la Commonwealth tienen derecho a establecerse en el país.

Nuevo ministro paquistaní: un gesto ante la polémica 

La primer ministro británica, Theresa May designó a Sajid Javid, un funcionario de origen paquistaní, como ministro del Interior en reemplazo de Amber Rudd, quien renunció envuelta en un escándalo sobre la existencia de metas de deportación de inmigrantes.

Javid, hijo de un conductor de autobuses de origen paquistaní, era hasta ahora ministro para el Gobierno local, puesto que ocupará ahora el diputado conservador James Brokenshire, quien hasta el pasado enero fue ministro para Irlanda del Norte.

El nuevo ministro del Interior, de 48 años y que entró por primera vez en el Parlamento en 2010, apoyó la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea en el referéndum del 23 de junio de 2016, en el que los británicos votaron a favor de la retirada del bloque europeo.

Javid también estuvo a cargo el año pasado de la respuesta gubernamental a la tragedia del incendio de la torre residencial Grenfell, en el oeste de Londres y en el que murieron 71 personas.