Rayan, el niño de cinco años que había caído el martes pasado a un pozo de 32 metros de profundidad en el poblado de Ighran, en Marruecos, murió luego de ser rescatado, cinco días después del accidente.

El deceso del pequeño fue confirmado por Imane Dryef, vicejefa de la Misión de la Embajada de Marruecos en Buenos Aires.

«Estamos muy consternados», expresó la funcionaria al canal TN, luego de haber expresado, pocos minutos antes, su alegría y el del personal de la oficina diplomática por el rescate del pequeño, en el que participaron decenas de rescatistas.

Desde hace varios días, el chico había sido provisto de agua y azúcar, para ser mantenido hidratado y con energía, y su rescate, tras arduas tareas, había despertado esperanzas en su recuperación.

«Salió Rayan y estamos muy emocionados, hay muchas lágrimas y abrazos en la Embajada. Gracias Argentina por acompañarnos», había expresado la funcionaria poco antes.

Dryef ponderó «el trabajo de los rescatistas» y el hecho de que «todos los marroquíes estuvieron unidos» por el niño.