Rusia expresó este viernes su «solidaridad» con China, después de un intercambio entre el presidente chino Xi Jinping con su homólogo estadounidense, Joe Biden, en el que ambos líderes mantuvieron sus diferencias respecto a uno de los temas que tensa la relación bilateral, la isla de Taiwán.

«Sin duda somos solidarios, tenemos respeto por la soberanía y la integridad territorial de China», declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien advirtió que cualquier paso puede «inflamar» la situación, informó la agencia de noticias AFP.

Este jueves, en una extensa charla de más de dos horas, Biden y Xi reafirmaron sus posturas respecto a Taiwán y, mientras el jefe de la Casa Blanca ratificó que la visión de su país sobre esa isla «no ha cambiado», el mandatario chino advirtió al estadounidense sobre «jugar con fuego»

«Aquellos que juegan con fuego acabarán quemándose», le dijo Xi a Biden, según la estatal agencia Xinhua, una expresión que ya había usado en la conversación que ambos mantuvieron en noviembre.

China considera a la isla como parte de su territorio y afirma estar dispuesta a retomarla, utilizando la fuerza si es necesario.

A la vez, Pekín viene advirtiendo hace varios días que habrá «consecuencias» si la líder de la Cámara de Representantes norteamericana, la demócrata Nancy Pelosi, concreta un proyecto de visitar Taiwán.

Washington teme que el presidente Xi esté considerando el uso de la fuerza para imponer el control sobre Taiwán, más allá de que hasta no hace mucho consideraba improbable una invasión.

Por otra parte, declaraciones contradictorias de Biden sobre Taiwán parecieron complejizar el cuadro cuando en mayo dijo que Estados Unidos defendería la isla, pero más tarde la Casa Blanca insistió en que mantenía la llamada política de «ambigüedad estratégica».

Estados Unidos reconoce al régimen chino desde 1979, según el principio de «una sola China», cuya capital está en Pekín, y si bien no reconoce oficialmente a Taiwán, lo apoya militarmente.

La reunificación de Taiwán es la «misión sagrada» del Ejército Popular de Liberación (EPL) y las Fuerzas Armadas Chinas prometen «tolerancia cero» hacia la independencia de la isla, considerada parte «inalienable» de la República Popular.

Este jueves, el vocero del Ministerio de Defensa chino, Wu Quian, subrayó que el tema de Taiwán «concierne exclusivamente a los asuntos internos de China y no hay lugar para la injerencia de Estados Unidos», en declaraciones en las que, además, acusó a Washington de «decir una cosa y hacer otra» sobre la isla.

Wu agregó que el Ejército no tolerará ningún movimiento secesionista de «independencia de Taiwán» o interferencia de fuerzas externas y detendrá resueltamente estos intentos, en respuesta a la aprobación de la ley que autoriza a la Defensa estadounidense a mantener el apoyo militar a Taiwán en el año fiscal 2023.

El vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que Biden «quiere asegurarse» de que sigan abiertas «las líneas de comunicación con el presidente Xi sobre todos los temas», ya sean aquellos en los que están de acuerdo o en los que hay «dificultades significativas, para que siempre puedan levantar el teléfono y hablar con franqueza».