El 22 de agosto llegaron a la base Fairford de la Real Fuerza Aérea en Gloucestershire, Inglaterra, seis bombarderos B-52 de Estados Unidos para llevar a cabo un nuevo despliegue de la fuerza de tarea de bombardeo en Europa. Lo que no se informó, hasta antier, fue que los bombarderos volaron desde su base en Dakota Norte alrededor de la región del Polo Norte hacia el Mar de Noruega, en donde realizaron ejercicios con aviones F-16 y F-35 de la Real Fuerza Aérea Noruega, antes de continuar a su destino en Inglaterra. El escritor especializado en cuestiones de seguridad y defensa, Joseph Trevithick, escribió en el blog The War Zone que ese despliegue fue “una señal muy clara” para Rusia.

Posteriormente, el director del Proyecto de Información Nuclear de la Federación de Científicos Estadounidenses, Hans Kristensen, señaló que esos seis bombarderos tienen una capacidad conjunta de llevar 120 misiles crucero con ojivas nucleares. Por lo tanto, concluye Trevithick, con base a esto y al hecho de que tomaron la ruta de vuelto polar, es plausible que la flota volaba una misión de perfilamiento de ataque nuclear contra objetivos en Rusia.