El presidente de Brasil, Michel Temer, decidió intervenir con las Fuerzas Armadas la seguridad del estado de Río de Janeiro, donde los militares comandarán a la Policía bajo el argumento de que existe una crisis de criminalidad, anunció hoy el titular del Senado, Eunicio Oliveira.

La decisión fue tomada luego de que el gobernador de Río, Luiz Fernando Pezao, reconociera errores en su política de seguridad durante Carnaval, cuando se registró una ola de asaltos masivos.

Oliveira explicó que Temer se reunió con su gabinete anoche en el Palacio da Alvorada, la residencia presidencial, para tomar la decisión, la primera de este tipo desde que se aprobó la Constitución de 1988.

El decreto debe ser publicado hoy y deberá ser analizado en 10 días por las dos cámaras del Congreso, donde el gobierno tiene mayoría.

La intervención militar indica que las Fuerzas Armadas toman el control de la policía militar (patrullaje) y la policía civil (investigaciones) por lo menos hasta fin de año, cuando vence el mandato de Temer.

El nuevo poder entregado a las Fuerzas Armadas coincide con el pedido que hizo la fiscal general, Raquel Dodge, de revisar la Ley de Amnistía de 1979 para poder juzgar a los agentes estatales responsables por torturas y muertes durante la dictadura militar.

El estado de Río de Janeiro está gobernado por Pezao, que pertenece al Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB), el mismo partido de Temer.

Según las encuestas, el gobernador tiene apenas un 5% de aceptación, un registro similar al de Temer.

El comandante de la seguridad en Río de Janeiro será el general Waltar Souza Braga Neto, responsable del Ejército en el operativo para los Juegos Olímpicos de Rio 2016.

Actualmente, hay militares patrullando las calles de Río de Janeiro como apoyo a los policías.