Ecuador seguía hoy sumido en un clima de incertidumbre electoral, en el que no se sabe quién quedó segundo y disputará con el correísmo el ya seguro balotaje presidencial en abril: el líder indigenista y activista ambiental Yaku Pérez que denunció un intento de fraude o el empresario y candidato de unidad de la derecha Guillermo Lasso que prometió no darse por vencido.

Con el 98,55% escrutado, el candidato presidencial del correísmo, el economista de 36 años Andrés Arauz, confirmó su sólido primer lugar con el 32,16% de los votos, mientras Pérez y Lasso siguen muy pegados con apenas unos 24.000 votos a favor del primero, pero aún con más de 5.000 actas de votación observadas que fueron procesadas pero no contabilizadas.

Es en ellas que Lasso pone toda su esperanza.

«Hay una posibilidad en esas actas de pasar a segunda vuelta y lo asumiremos cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) anuncie el final del escrutinio. Entonces los ecuatorianos tendrán la opción de regresar al pasado o avanzar hacia el futuro, de elegir entre un modelo de desdolarización o uno de profundización de la dolarización. No vamos a darnos por vencidos», sentenció Lasso, de 65 años, en un discurso desde su bunker de campaña.

Horas antes, Pérez, el candidato de Pachakutik, el brazo político del movimiento indígena, había alimentado el clima de tensión en el país al denunciar «un intento de fraude» y movilizar a cientos de sus militantes para protestar frente a las puertas de un hotel de Quito donde se hospedan observadores internacionales.

«Se está confabulando un fraude para impedir que nosotros lleguemos a la segunda vuelta. (…) La única manera de evidenciar esto es simple: ábranse las urnas», reclamó el dirigente de 51 años, quien apuntó contra el Gobierno de Lenin Moreno, la campaña de Lasso y el expresidente Rafael Correa.

Por ahora, ninguna de las misiones de observadores denunciaron irregularidades y la de la OEA pidió hoy que se «espere con calma los resultados» finales y que la información oficial «mostró con contundencia» un «estrecho margen entre los binomios que ocupan el segundo y tercer lugar».

Sin embargo, el cruce de acusaciones traspasó las declaraciones públicas habituales a las cámaras y se instaló en Twitter.

Desde su cuenta, el expresidente pronosticó que Lasso lo superará a Pérez en el resultado final.

«La final será Aráuz – Lasso. Grave error de CNE haber anticipado segundo lugar. Ojalá no se genere violencia», escribió Correa sobre el conteo rápido difundido anoche por la autoridad electoral.

Pérez le respondió con un ataque directo: «En sumas y restas hemos ganado, nos tienen miedo, saben que les vamos a derrotar porque soy el único que puede vencerlos con votos y sin violencia. ¿Tanto nos teme Rafael Correa que inventa números para justificar irregularidades? Le invito a que compita contra alguien del pueblo.»

La discusión pública no se saldó de ahí, Arauz se sumó, pero fiel a su estilo, con más diplomacia.

«Si es así, bienvenido Yaku Pérez a la segunda vuelta. Sin miedo y sin violencia.

Intercambiemos propuestas», tuiteó el único candidato ecuatoriano que ya se garantizó un lugar en el balotaje presidencial de abril.

Fuentes de su campaña confiaron a Télam que sus números ponen segundo a Lasso, pero ya se preparan para una lluvia de impugnaciones y hasta recuentos parciales de votos antes que se certifique el resultado final.

Aunque ellos mismos no decidieron si harán alguna impugnación, tienen claro que ningún recuento les permitirá alcanzar el 40% que se necesita para ganar en primera vuelta.

Por eso, Arauz ya empezó a buscar aliados para abril.

«El pueblo ecuatoriano ha sido contundente al pronunciarse por el antineoliberalismo. Las opciones que han prevalecido han sido el progresismo, la unidad plurinacional y la socialdemocracia», aseguró en una entrevista con la agencia de noticias DPA, intentando acercarse a los votantes de Pérez y de la sorpresa de las elecciones, el candidato de Izquierda Democrática y empresario Xavier Hervas.

La apuesta del correísmo es enfrentar a Lasso en el balotaje, con quien es más fácil polarizar usando como eje ordenador su política económica de apertura y desregulación.

Hervas, sin embargo, aclaró este martes que no apoyará directamente a ningún candidato en la segunda vuelta ni pedirá a sus seguidores que lo hagan.

“Para mí sería fácil acercarme a cualquiera de esos candidatos para pedir algo, pero eso no me hace falta”, dijo durante una entrevista con el canal Teleamazonas.

El CNE tiene un plazo legal de 10 días después de las elecciones para anunciar los resultados finales y un vocero del órgano adelantó hoy que, de mínima, tardará «varios días».

Mientras tanto, todo está listo en Ecuador para una semana de extrema tensión en la que los simpatizantes de Pérez no renunciarán fácilmente a la posibilidad histórica de poner un candidato indígena en un balotaje presidencial y la derecha, hoy en abierto estado de shock por los resultados, presionará por una segunda vuelta con un candidato propio con el que no tenga que hacer compromisos políticos importantes.