Al menos 100 personas fueron detenidas este sábado en la 45º semana de protestas de los ‘chalecos amarillos’ en París. Más de 7.500 agentes se desplegaron en la ciudad y han lanzado gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. Los partícipes del movimiento han reivindicado un aumento del poder adquisitivo de las clases bajas y han anunciado que mantendrán su pulso al gobierno de Macron.

La policía lanzó hoy gases lacrimógenos en los Campos Elíseos, en París, para dispersar grupos de chalecos amarillos que querían acercarse a las áreas prohibidas, en un día de tensiones con varias marchas en la capital francesa, entre ellas una gigantesca por el clima.

La prefectura anunció que para esta 45 marcha de los chalecos amarillos hasta ahora se han realizado 65 detenciones, por desmanes y resistencia a la autoridad.

El área prohibida para las marchas incluye todo el sector de los Campos Elíseos hasta el Elíseo por un lado y la zona de la Asamblea Nacional, al otro lado del Sena.

París despertó blindado como todos los sábados desde hace unos meses atrás, cuando los chalecos amarillos marchaban por el aumento de la gasolina y otros reclamos nacidos principalmente en áreas rurales, que pusieron en jaque al presidente Emmanuel Macron.

Esta vez se desplegaron 7.500 policías y gendarmes en París en un día considerado de alto riesgo debido a la convergencia de varias manifestaciones, entre ellas la del clima y los chalecos amarillos.

Para complicar la situación, se anuncian también protestas contra la reforma de las pensiones mientras miles de personas se apiñarán frente a sitios y monumentos, símbolo de París para el Día del Patrimonio, durante el cual serán posibles las visitas guiadas gratuitas.

Pero algunos lugares famosos, como el Arco del Triunfo y el Grand y Petit Palais, permanecerán cerrados al público.

En las calles de mayor riesgo, principalmente en el área de los Campos Elíseos, los camiones blindados de la gendarmería y los camiones lanza aguas están estacionados prestos para actuar.

Los mensajes de los chalecos amarillos en las redes sociales se han multiplicado, bajo el lema de «toda Francia en París».

«Es bueno que la gente se exprese», dijo ayer el presidente Emmanuel Macron.

«Pero esto debe ocurrir en una atmósfera de calma. Lanzó un llamamiento para que todo pueda llevarse a cabo con inteligencia, armonía y calma, para que nuestros jóvenes y menos jóvenes pueden hacer sus visitas y disfrutarlas», completó.