La pandemia de coronavirus generó y generará posiciones antagónicas que van desde el negacionismo más radical hasta la sumisión acrítica a los vaivenes económicos que se despliegan desde las empresas involucradas tanto en su abordaje como en su tratamiento y vacunación.

Dos casos enfrentados que grafican la situación son el del Estado de Texas en Estados Unidos y el del Estado de Madhya Pradesh’s Niwari de India.

En el caso norteamericano, el gobernador del Estado más poblado del país, Greg Abbott, prohibió exigir el pasaporte de vacuna propuesto por el presidente Joe Biden o cualquier información sobre vacuna por parte de la población.

«No se debería exigir a los tejanos que muestren un comprobante de vacunación y que revelen información médica privada solo para seguir con su vida diaria», tuiteó Abbott, para después añadir: «Emití una Orden Ejecutiva que prohíbe los pasaportes de vacunas exigidos por el gobierno en Texas. No pises nuestras libertades personales».

En tanto, en la región citada de la India, les exigen a los no vacunados que se cuelguen al cuello un cartel con una calavera que en su reza “Mujhse dur rahein, maine abhi corona ka tika nahi lagwaya”, que traducido al castellano dice: “Manténganse alejado de mí, no estoy vacunado contra el coronavirus”.

Los policías del lugar se ocupan de realizar controles aleatorios y según un informe de The Indian Express, a quienes se descubre que están vacunados se les entrega una insignia tricolor con un mensaje que dice: “Mein saccha deshbhakt hoon kyunki maine corona ka tika lagwaya hai (soy un verdadero patriota porque estoy vacunado). »