La tormenta tropical Nalgae embistió hoy a Filipinas, su voraz paso causó inundaciones y deslizamientos de tierra. Según el nuevo balance divulgado por las autoridades, esto provocó la muerte de al menos 45 personas.

El ciclón arremetió contra Luzón, la isla principal del país archipiélago, con vientos máximos de 95 kilómetros por hora, una hora después de tocar tierra en la poco poblada isla de Catanduanes antes del amanecer de este sábado.

Sin embargo, los daños comenzaron antes debido a las fuertes lluvias que inundaron principalmente las zonas rurales en la isla meridional de Mindanao el jueves, seguidas de mortales deslizamientos de tierra e inundaciones el viernes.

Las autoridades de defensa civil revisaron hoy considerablemente a la baja el número de víctimas fatales -de 72 a 45- y reportaron 40 fallecidos en Mindanao, mientras que otras cinco personas murieron en otras partes del país, informó la agencia de noticias AFP.

 

Los rescatistas se concentraron en la sureña aldea de Kusiong, donde las máquinas excavadoras removieron grandes extensiones de una gruesa capa de roca caliza gris y barro, mientras familiares de los desparecidos aguardaban los resultados de esos trabajos. Partes de una montaña cercana se derrumbaron en la aldea el viernes, y en el lugar se rescataron 14 cuerpos, aunque aún hay personas desaparecidas.

«Esto ya es una operación de recuperación porque la aldea ha estado enterrada bajo la roca y el barro durante más de un día», añadió el jefe regional de defensa civil Naguib Sinarimbo, quien prefirió no hacer estimaciones sobre víctimas.

También se reportaron inundaciones en el centro de Filipinas, aunque no se informó de muertos en la zona. El servicio meteorológico advirtió que Nalgae aún puede golpear la capital Manila, una metrópolis de más de 13 millones de habitantes, con «lluvias intensas y, por momentos, torrenciales».

«Se esperan extensas inundaciones y deslizamientos causados por la lluvia», aunque hay riesgos mínimos de grandes oleajes en las zonas costeras, agregó.

Más de 7.000 personas fueron evacuadas antes de que el ciclón tocara tierra, según la defensa civil. En tanto, la oficina de aviación civil indicó que hasta ahora fueron cancelados más de un centenar de vuelos.

Filipinas sufre un promedio de 20 grandes tormentas por año que dejan centenares de muertos y mantienen grandes regiones en la pobreza perpetua.