Los demócratas tomaron el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de medio mandato, un revés para el presidente Donald Trump que, sin embargo, se salvó de la temida «ola azul» y mantuvo la mayoría republicana en el Senado.

Donald Trump se jacta de ser un ganador y, sin modificar su tono ni estilo, se mostró triunfante tras perder la mayoría en la Cámara de Representantes a manos de la oposición demócrata en los comicios del martes.

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En efecto, dijo en Twitter que las elecciones de medio mandato fueron «un tremendo éxito».

Su entusiasmo no es tan poco realista como uno pudiera imaginar: los republicanos retuvieron, e incluso ampliaron, su mayoría en el Senado, en tanto podría tomar ventaja de un enfrentamiento con la Cámara baja en su campaña por la reelección dentro de dos años.

Con su estilo característico, terminó su tuit con un alegre «¡Gracias a todos!»

Trump celebró los resultados como un «tremendo éxito», ya que un Senado dominado por los republicanos termina con cualquier especulación sobre un procedimiento de destitución en el Congreso, un fantasma que lo acechaba en los últimos meses. La Cámara baja bajo control demócratas, implica sin embargo un contrapeso para su gobierno.

Este miércoles Trump celebró nuevamente los resultados en Twitter.

«Recibí tantas felicitaciones de tantas personas por nuestra Gran Victoria anoche, incluyendo países extranjeros (amigos) que estaban esperando, y esperando, para los acuerdos comerciales. Ahora, podemos volver a ponernos a trabajar para hacer las cosas», dijo.

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Estaban en juego 435 bancas de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y 36 gobernaciones así como numerosos cargos locales y estatales.

Según las proyecciones de las cadenas de televisión, los demócratas tomarán el control de la Cámara de Representantes por primera vez en ocho años, cambiando el equilibrio de poderes en Washington, donde Trump gozó del favor de las dos cámaras desde su llegada a la presidencia tras su sorpresiva victoria en 2016.

A falta de los resultados finales, según las proyecciones, los demócratas arrebatarían a los republicanos 27 escaños, de los 23 que necesitan para la mayoría.

Los demócratas ganaron terreno en el segmento de las mujeres blancas de los suburbios, que hace dos años se habían inclinado hacia Trump en bastiones clave como Pensilvania.

En el Senado, compuesto por 100 bancas, los resultados finales todavía no han sido anunciados, pero los medios locales proyectan que los republicanos mantendrán al menos la mayoría de 51 escaños.

«Hoy se trata más que de demócratas y republicanos, se trata de restaurar los poderes y contrapoderes constitucionales en la administración Trump», dijo Nancy Pelosi, la actual líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, que probablemente vuelva a presidirla.

El despacho de Nancy Pelosi indicó que Trump la llamó para «ofrecer sus felicitaciones» y algunos consideran que el mandatario podría intentar cooperar con los demócratas para avanzar en su agenda.

Pero el mandatario podría salir beneficiado de un enfrentamiento abierto con la Cámara baja, alimentando su ojetivo de ser reelecto en 2020, pues su base de apoyo no tendrá problema en creerle cuando diga que Pelosi y sus demócratas son culpables de todos los males del país.