El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció esta madrugada la suspensión de los planes para imponer aranceles a las exportaciones mexicanas luego de que México aceptara tomar «medidas enérgicas» para frenar el flujo de migrantes centroamericanos hacia territorio estadounidense.

Tras el acuerdo, sellado después de unas maratónicas negociaciones, México se compromete a «registrar y controlar las entradas en la frontera» así como también a «desplegar la Guardia Nacional por todo el territorio», en especial en la frontera sur, informó el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.

El republicano anunció el 30 de mayo que impondría una tasa del 5% a los productos importados de México si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no detenía a los inmigrantes centroamericanos que atraviesan el territorio mexicano para llegar a Estados Unidos.

La tasa, que comenzaría a regir el lunes próximo, iría aumentando cada mes hasta llegar al 25% en octubre.

Desde que asumió la presidencia, en diciembre pasado, AMLO ha permitido que las caravanas de migrantes transiten el territorio libremente e incluso ordenó recibir con trato humanitario a las decenas de miles de personas que llegaron a México tras huir de la violencia en Honduras, El Salvador o Guatemala.

Pero con su amenaza de ahogar con aranceles a la economía mexicana, Trump obligó a AMLO a cambiar de rumbo en materia migratoria.

Estados Unidos es el mayor socio comercial de México; sus exportaciones al país vecino representan más del 70% del total de sus ventas al exterior.

Para Washington también es una buena noticia el acuerdo ya que López Obrador había amenazado con tomar medidas recíprocas con productos de origen estadounidenses, como la carne de cerdo, cuyo aumento de los aranceles impactaría directamente en los sectores que votan a Trump.

Además, hay muchas empresas estadounidenses que fabrican en México por los salarios bajos y a las que el aumento de las tasas al 25% hubiera afectado severamente.

Ante este escenario, luego de intensas negociaciones y de algunos idas y vueltas, Trump llevó calma a los exportadores mediante un tuit escrito anoche, justo después de llegar de su gira por el Reino Unido.

«Me complace informarles que los Estados Unidos de América han llegado a un acuerdo firmado con México. Las tarifas programadas para ser implementadas por los Estados Unidos el lunes, contra México, quedan por la presente suspendidas indefinidamente».

Agregó que «México, a su vez ha acordado tomar medidas sólidas para detener la marea de la migración a través de México, y a nuestra frontera sur» y señaló que en breve se conocerían los detalles del acuerdo.

Horas después, con letras mayúsculas, aseguró que México comprará «grandes cantidades de productos agrícolas» a Estados Unidos como parte del acuerdo, aunque sin brindar más detalles.

Este punto no está incluido en el comunicado conjunto que ambos países emitieron en la madrugada para anunciar el acuerdo.

México es el segundo país que más productos agrícolas compra a Estados Unidos, después de Canadá, según la Oficina del Representante de Comercio Exterior de Estados Unidos.

El gobierno mexicano no ha confirmado, sin embargo, que se haya comprometido a importar más productos agrícolas, y el acuerdo descrito este viernes por ambas partes solo tocaba el tema migratorio.

López Obrador escribió un tuit en el que confirmó el acuerdo y convocó a los mexicanos a celebrarlo esta tarde en la ciudad fronteriza de Tijuana, un acto que había sido organizado con anterioridad en defensa de «la dignidad» de México.

«Gracias al apoyo de todos los mexicanos se logró evitar la imposición de aranceles a los productos mexicanos que se exportan a EEUU. Marcelo Ebrard dará detalles del arreglo; de todas maneras, nos congregaremos para celebrarlo mañana en Tijuana a las 5 de la tarde», escribió el mandatario.