Un incendio forestal, que se inició el viernes pasado, devastó 3.000 hectáreas en el oeste de Brasil, 1.000 de ellas pertenecientes al Parque Nacional Chapada dos Guimaraes, y permanece descontrolado, informaron autoridades locales.

El Cuerpo de Bomberos del estado de Mato Grosso indicó que 1.000 hectáreas del parque fueron destruidas por las llamas y otras 2.000 externas, en la zona rural de la región metropolitana de Cuiabá, la capital regional, también fueron devastadas, informó EFE.

Las llamas llegaron hasta las márgenes de la carretera regional MT-251, que comunica el casco urbano de Cuiabá con la Chapada dos Guimaraes, una extensión de bosques próxima del ecosistema conocido como Pantanal, que es uno de los más ricos en fauna y flora de Brasil.

De las 1.000 hectáreas afectadas dentro del parque, 353 fueron consumidas en su totalidad por el fuego, lo que representa un 1,08% de las 32.000 que totalizan el área de conservación, relataron los Bomberos.

Descartan lo intencional

En principio, las autoridades descartaron que se trate de un incendio intencional y apuntan al fuerte calor y a la sequía que se intensificaron en los últimos días como las causas del accidente ambiental.

Desde el viernes, un equipo de 35 efectivos del Cuerpo de Bomberos trabaja para contener los focos del incendio, mientras que equipos del Cuerpo Integrado de Operaciones Aéreas los asisten desde el aire con helicópteros.

A los trabajos se sumaron agentes ambientales del Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (Icmbio) y del estatal Instituto Brasileño de Medio Ambiente y de los Recursos Naturales (Ibama), que detectaron un avance de 15 kilómetros del fuego durante los cinco días del incendio.

La semana pasada, otros grupos del Cuerpo de Bomberos de Mato Grosso controlaron incendios de menores proporciones en el parque Serra Ricardo Franco y en la ciudad de Sorriso.