El volcán Anak Krakatau, ubicado en Indonesia, entró en erupción este sábado lanzando cenizas y lava, aunque se trató de una actividad que duró alrededor de cuarenta minutos, en medio de la pandemia del coronavirus que azota al mundo.

La actividad volcánica se produjo en la noche del pasado viernes y las autoridades del país asiático se mantienen en alerta, ya que en 2018 había generado un tsunami que había provocado cientos de víctimas fatales.

Según precisó el Centro de Vulcanología y Mitigación de Desastres Geológicos de Indonesia, la erupción del volcán ubicado en la provincia de Lampung se dio en dos fases: una primera detonación y una actividad que se extendió durante 72 segundos y después una segunda instancia, de 38 minutos y 4 segundos, que arrojó una columna de cenizas de 500 metros de altura hacia el norte.

«Los estudios demuestran que las erupciones continuaron hasta las cinco de la madrugada del sábado», según explicó el jefe del centro de datos, información y comunicación de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres (BNPB), Agus Wibowo.

Y agregó: «La erupción está dentro del nivel esperado para un área propensa a desastres. Potencialmente podrían ocurrir erupciones, pero no se detectó actividad volcánica que pueda conducir a una mayor intensidad de erupción».