El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, volvió a responsabilizar a Colombia de un «plan de invasión imperial» por el intento de «mercenarios y ex militares venezolanos» para derrocar el gobierno del presidente Nicolás Maduro, conocido como Operación Gedeón.

Padrino reaccionó anoche en una serie de mensajes en Twitter a la reciente llegada de tropas estadounidenses al país vecino y consideró que las Fuerzas Armadas de Colombia son «humilladas» por la presencia «avasallante» de «la bota imperial».

«Primero el Plan Colombia, luego el Plan Patriota; además, bases militares en su territorio. Ahora envían tropas élites con la fachada de la lucha contra el narcotráfico. Así, Colombia es un país ocupado por fuerzas extranjeras, que no ha logrado detener la producción de drogas», publicó.

El ministro citó además una frase del ex presidente Hugo Chávez, quien señalaba a Colombia como «la cabecera de playa de la estrategia de contención yanki en la América del Sur y, por supuesto, su base de operaciones».

El 3 de mayo, el gobierno venezolano anunció que había derrotado la llamada Operación Gedeón, un intento de invasión de «mercenarios y terroristas», que habían desembarcado en Macuto, en el norte de Caracas, con lanchas rápidas, provenientes de la vecina Colombia.

Ocho de los atacantes murieron y alrededor de 90 personas -dos de ellas ex militares estadounidenses- fueron detenidas por el gobierno venezolano, que acusó a Estados Unidos y Colombia de estar detrás del ataque.

Según un ex oficial venezolano en el exilio, la denominada Operación Gedeón fue organizada por el mismo grupo de militares que apoyaron el intento de golpe encabezado por el líder opositor Juan Guaidó en abril de 2019.

El gobierno chavista, por su parte, mostró un contrato firmado por Guaidó y el consultor político Juan José Rendón con la empresa de seguridad Silvercorp, dirigida por el ex boina verde estadounidense Jordan Goudreau, para deponer a Maduro por la fuerza y entregarlo a Estados Unidos, donde está imputado por cargos de narcotráfico y existe una recompensa millonaria para quien ayude a arrestarlo.

Goudreau confirmó la existencia de un contrato firmado en octubre pasado por 212 millones de dólares, pero según precisó luego el propio Rendón a la prensa primero se acordó un «contrato exploratorio» por 50.000 dólares para analizar la posibilidad de un ataque.

Rendón, quien presentó su renuncia el pasado lunes, siempre aclaró que Guaidó no había aprobado el ataque del domingo 3 de mayo.

El líder opositor, quien es reconocido por gran parte de la región y por potencias como Estados Unidos como el presidente interino de Venezuela, acusó al chavismo de crear un nuevo montaje para desviar la atención de los problemas internos, entre los que cuenta la pandemia de coronavirus.

Guaidó denunció hoy, además, el «secuestro» de uno de sus colaboradores y de su familia por efectivos de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES).

«Secuestrar a Vicente y su familia es la respuesta de la Dictadura, porque protegimos El Oro, revelamos que sus testaferros financiaron la operación en Macuto y porque hoy se ingresó ayuda humanitaria. Sabemos de los riesgos y sacrificios de todo un país, seguimos ¡hasta lograrlo!», tuiteó.