Ocurrió en el Reino Unido, en West Midlands. La policía pensó que iba a allanar y destruir una plantación de cannabis escondida, y terminó encontrando otra cosa: una mina de criptomonedas enorme.

Las fuerzas del orden de West Midlands emitieron una declaración sobre el caso explicando cómo, al menos desde el exterior, la mina de criptomonedas mostraba todos los “signos clásicos” de un cultivo de cannabis. Mucha gente estaba “visitando el almacén en diferentes momentos del día”, escribieron los oficiales, antes de agregar que el almacén tenía “muchos conductos de cableado y ventilación” visibles desde el exterior. Cuando volaron un dron de la policía sobre el edificio, también encontraron una cantidad “considerable” de calor emitido por lo que estuviera sucediendo en el interior.

Cuando las fuerzas del orden allanaron el lugar, el 18 de mayo, se llevaron una sorpresa, no encontraron ni una sola planta de cannabis dentro. En su lugar vieron alrededor de 100 máquinas especializadas en minería de criptomonedas apiladas en estanterías enormes.

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West Midlands Police

El sargento de policía de Sandwell, Jennifer Griffin, expresó en un comunicado:

“¡Ciertamente no es lo que esperábamos! Esta es la segunda criptomina de este tipo que encontramos en la zona”

La criptominería no es ilegal en el Reino Unido, no así, el cultivo de cannabis, que era lo que estaban buscando. No obstante, la policía pudo apoderarse de la plataforma después de descubrir que la operación estaba alimentada con una gran cantidad de electricidad robada de edificios cercanos, y no planea devolverla pronto. En su declaración, los oficiales declararon que estaban buscando “confiscar permanentemente” los aproximadamente 100 dispositivos bajo la Ley de Activos del Crimen.

Según la policía, no había nadie en el almacén en el momento del allanamiento y aún no se han realizado detenciones.

 Hay que recordar que minar criptomonedas tiene un alto consumo energético. Un estudio reciente encontró que la energía promedio utilizada para producir criptomonedas anualmente es mayor que la energía consumida por países como Austria y Finlandia.