La empresa mendocina Xinca, que se dedica a la producción de calzados con materiales reciclados -en particular con goma de neumáticos y telas de diferentes orígenes- con la premisa de hacer negocios “con compromiso social y ambiental”, recibió esta semana en Nueva York una mención de honor por parte de Naciones Unidas (ONU).

La distinción, denominada GSC 3S Awards fue entregado por la ONG Global Sourcing Council (vinculada a Naciones Unidas) a aquellas corporaciones y personas que apoyan el desarrollo global sustentable, la responsabilidad social, las prácticas comerciales éticas y ecológicas, y la idea general de retribuir a la comunidad.

El emprendedor mendocino Alejandro Malgor, que integra el grupo societario de la empresa junto a Nazareno El Hom, Ezequiel Gatti y Guillermo Navarro, fue quien concurrió a Estados Unidos para recibir la distinción.

“Fue una gran oportunidad ver que hay emprendedores como nosotros, en diferentes puntos del mundo, que quieren construir un mundo mejor”, explicó Malgor desde Nueva York tras recibir la distinción.

El emprendedor valoró la posibilidad que tuvo de “escuchar sus increíbles historias y aprender de sus experiencias», y sostuvo que «fueron días de mucho aprendizaje e inspiración, además de la oportunidad de generar redes para contactarse con líderes de opinión y profesionales afines, lo que significó una gran visibilidad» para su empresa”.

Por su parte, El Hom señaló en diálogo con Télam que a partir de este premio, podrán «asistir a un campo de entrenamiento, que consiste en un programa de capacitación en liderazgo ejecutivo, creado por expertos en el desarrollo del liderazgo y los temas de sustentabilidad.

Xinca fue la única empresa argentina en recibir la distinción y tuvo como anfitrión a la gigante multinacional del software Microsoft durante el encuentro que se desarrolló entre el 14 y 17 de septiembre en el Microsoft Technology Center de Nueva York.

Los jóvenes mendocinos saltaron a la fama en 2013, tras ganar el reality show de Telefé «El emprendedor del millón», y así consiguieron obtener medio millón de pesos, que les sirvió para ampliar su producción, entre otros aspectos.

La empresa fabrica las zapatillas con, además de neumáticos en desuso, ropa de empresas mineras y petroleras, entre otros materiales, y trabaja con un taller inclusivo, «Impulso Social», en Lunlunta, en el departamento mendocino de Maipú, donde desarrolla parte del proceso productivo.