Las redes sociales son el ecosistema virtual de los jóvenes: han nacido al calor de las publicaciones, los «selfies», los «hashtag» o los «emojis» e interactúan con ellos como con su idioma nativo. La mayoría está a la última de las novedades en las redes sociales y cada vez se interesan antes por su «yo online» que a lo que sucede afuera. De forma paralela, las generaciones adultas no han sido ajenos a todos estos movimientos, y rara es la persona que en Occidente no cuenta con, al menos, un perfil en alguna red social.

Así se crea una «convivencia» entre perfiles de hijos y padres, lo que ha propiciado que los menores a los que no les hace ni pizca de gracia que sus progenitores estén al tanto de sus andanzas virtuales, creen su propio lenguaje o códigos secretos.

Varias cuentas en una misma red social

Una de las «tretas» que utilizan los jóvenes es abrir varios perfiles a la vez. Por lo general, tienen uno «público» y otro «privado», pero que no tiene que estar directamente relacionada con los permisos de privacidad que permite la red social.

Es decir, en la cuentas «públicas suelen tener más cuidados a los permisos de privacidad, para que solo puedan ver sus fotos personas conocidas. De esta manera, «hacen que sus padres se queden tranquilos viendo las imágenes y vídeos que esperan ver», explica al respecto Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.

Por otro lado, la cuenta que los adolescentes denominan «privada», en realidad es aquella en la que cuentan a sus amigos lo que para ellos es más íntimo y personal. Este perfil suele estar en abierto, porque gran cantidad de adolescentes siente la necesidad de sumar miles de ‘amigos’ en sus redes para sentir mayor aceptación social», advierten desde Panda.

¿Qué significa el «emoji» del gato?

¿Ha visto una fila larga de iconos en la descripción sin aparente sentido? Es posible que no sea tan aleatorio como piensa. Desde Panda afirman que estos símbolos son una especie de «código secreto» con el que los jóvenes pueden contar desde quiénes son sus amigos, a qué tribu urbana pertenecen, si tienen pareja o quién es el chico o chica que le gusta.

Si por ejemplo, «la pandilla» de un chico usa el emoticón de una tortuga y un oso para identificarse, todos sus amigos también lo pondrán en su ‘bío’. Si además, tiene otro emoticón, por ejemplo un perro, ese es su pseudónimo en la pandilla y si tiene otro más, por ejemplo, un gato, lo más probable es que sea el de su novio/a o del chico o chica que le gusta», explican.

Redes sociales ocultas en redes sociales

Otra forma de socializar digitalmente entre adolescentes sin que sus padres se percaten de sus comunicaciones es el uso de redes sociales que se integran con otras redes sociales.

El primer paso se dio con Ask.fm, aunque esta app ha sido superada por la moda de ThisCrush. Se trata de una red social en la que se puede escribir de forma anónima en el perfil de otros usuarios. Aunque ThisCrush fue creada para hacer posibles los amores platónicos (por su significado semántico en inglés) la realidad es que es el ecosistema perfecto para el «cyberbullying» (como de hecho, ya ha ocurrido), debido a que muchos menores la usan para insultar e incluso acosar a otros sin ser identificados.