La «letra chica» de las condiciones de uso Facebook puede ser el próximo objetivo de los reguladores antimonopólicos de los países de la Unión Europea, como muestra una investigación en Alemania según la cual la red social «extorsiona» a sus usuarios a cambio de información.

El organismo alemán antimonopolio investiga si Facebook aprovecha su popularidad para forzar a las personas que quieren abrir una cuenta a aceptar sus términos y condiciones, «que tal vez no entiendan».

El eje de la pesquisa radica en que los detalles que los usuarios de la red social proporcionan son los que le ayudan a la empresa a generar los anuncios perfilados -en función de los intereses personales-, que engrosan las ganancias de la compañía.

El abogado Frederik Wiemer, que participa en la investigación, consideró que Facebook está «extorsionando» a sus usuarios por información, y señaló que quienes no están de acuerdo con el uso que de la empresa le da a sus datos personales, «quedan excluidos de la comunidad de la red social».

«El miedo al aislamiento social es explotado para acceder a todas las actividades de navegación del usuario», comentó.

La existencia de esta investigación se conoce en un momento en que gobiernos europeos y organismos comunitarios aumentan la presión sobre las grandes empresas tecnológicas estadounidenses.

En este sentido, hace una semana la CE le impuso a Google una multa récord de 2.420 millones de euros (2.700 millones de dólares) -la mayor sanción económica de la historia contra una sola compañía- por abusar de su posición dominante como motor de búsquedas web, al dar ventajas «ilegales» a su servicio de comparación de precios de productos.

Esa misma semana, el Parlamento alemán aprobó hoy una ley contra los «delitos de odio en Internet» que obliga a las redes sociales a eliminar, en un plazo de 24 horas desde que son denunciados, los contenidos «obviamente delictivos», y establece multas de hasta 50 millones de euros a las plataformas que no cumplan en tiempo y forma.

La propia Facebook, que cuenta con 2.000 millones de usuarios en todo el mundo y el año pasado tuvo ganancias por 27.000 millones de dólares, está siendo investigada por varios organismos debido a sus planes de fusionar datos con WhatsApp (además de haber sido multada en mayo por engañar a la UE en una revisión de la fusión con la app de mensajería), y enfrenta una batalla judicial por transferencias de datos del viejo continente a los Estados Unidos.